El Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, el Museo Nacional de Colombia y FRAGMENTOS, Espacio de Arte y Memoria presentan la exposición ACUERDOS CON EL MUNDO NATURAL Y LA ASAMBLEA DE LOS SERES VIVOS de los artistas Marjetica Potrč, de Eslovenia, y El colombiano Leonel Vásquez. Curada por María Isabel Rueda y Catalina Vargas, esta instalación propone una nueva relación entre los seres humanos y la naturaleza donde todos tengamos los mismos derechos y libertades, en un compromiso de cuidado mutuo para asegurar la supervivencia del mundo.
“Las raíces son revolucionarias. En ellas reside la fuerza de una planta: si la cortas, vuelve a crecer. De las mismas raíces crecen nuevas plantas. Hemos recuperado la resiliencia de las raíces. Somos hacedores, cuidadores de mundos secos y húmedos, guardianes de los Derechos de la Naturaleza”.
Texto de la obra ‘La resiliencia de las raíces’ de la artista eslovena Marjetica Potrč
Basada en una colaboración con cuidadores locales de un páramo, de una fuente de agua potable y de un territorio hídrico, ACUERDOS CON EL MUNDO NATURAL Y LA ASAMBLEA DE LOS SERES VIVOS propone incluir la voz de la naturaleza como imprescindible en los acuerdos sociales y acuerdos de paz perdurables. Por ello, se instala en Fragmentos, Espacio de Arte y Memoria en línea con su búsqueda de construir memoria del conflicto. “Podemos incluso decir que los testimonios del mundo natural son parte de los ecos que perduran en el piso de este espacio”, subrayan las curadoras.
La exposición comienza con la instalación de arquitectura sonora ‘Templo del agua Sumapaz’, con la que Leonel Vásquez dispone una ‘Estación de Escucha’ donde ocurran las asambleas para escuchar los mensajes del agua. Estos llegan traducidos a través de las vibraciones sonoras que surgen en su recorrido por cuerdas y artefactos de cobre. En esta amplia estructura de madera, los invitados se sientan a vivenciar la experiencia sublime: Escuchar y meditar con el sonido de la presencia física del agua, agradecer por la limpieza y sanación de las aguas interiores, y reflexionar sobre su rol de cuidador del entorno. Un tiempo íntimo y un espacio sagrado para expresar gratitud y acogernos en la compasión de la naturaleza.
Simultáneamente, en la sala principal de Fragmentos se exhibe la obra de Marjetica Potrč. Son 40 dibujos y dos grandes murales que relatan la memoria de los ríos y sus derechos; uno de ellos ‘El tiempo de los humanos en el río Soca’ fue creado para la 23º Bienal de Sidney e inspirado en el exitoso referendum de 2021 en Eslovenia, cuando la ciudadanía revocó una ley de explotación de sus ríos con fines de lucro. Este y los demás dibujos de Potrč exigen una relación más igualitaria entre los humanos y la naturaleza, donde los ríos sean compartidos en beneficio de los animales, las plantas y los humanos por igual.
En esta nueva sociedad los propietarios se asumen como cuidadores que ofrecen esperanza para la supervivencia del mundo, y la naturaleza -bosques, ríos, tierras y animales- cuidan en solidaridad a los seres humanos.