El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció la cancelación de todos los permisos de extracción de petróleo y de gas en el estado de Alaska, como parte de los esfuerzos para abordar la crisis climática.
La medida afecta a los contratos de arrendamiento de crudo otorgados durante la administración anterior en el Refugio Ártico y resulta en la protección de unas 5,3 millones de hectáreas, en el Ártico Occidental.
Esta nueva medida alcanza una superficie comparable a la de Dinamarca, en la Reserva Nacional de Petróleo de Alaska (NPR-A por sus siglas en inglés), que es un espacio vital para osos grizzly, osos polares, caribúes y millones de aves migratorias.
La decisión se produce luego de una controvertida aprobación del gobierno este año a un proyecto del gigante petrolero Conoco Phillips en la misma región. El proyecto “Willow” había sido autorizado por la administración Trump y fue respaldado por Biden.
Estas medidas “ayudarán a preservar nuestras tierras árticas y la vida silvestre”, y es un “reconocimiento a la cultura, la historia y la sabiduría ancestral de los nativos de Alaska, que han ocupado estas tierras desde tiempos inmemoriales” declaró Biden en un comunicado difundido por la Casa Blanca.
Biden señaló que esta acción se alinea con lo que él considera “el programa más ambicioso en la historia del país en términos de clima y conservación”. Además, enfatizó que su administración continuará tomando medidas significativas para abordar el cambio climático y proteger los recursos naturales del país.
Por su parte, la secretaria de Interior de Estados Unidos, Deb Haaland, declaró que ante la aceleración del calentamiento del Ártico como consecuencia del cambio climático, Estados Unidos “debe hacer todo lo que pueda para cumplir los estándares más elevados para proteger este frágil ecosistema”.
Algunos analistas ven en el anuncio como un intento de la Administración Biden de recuperarse de las críticas recibidas tras la aprobación del proyecto de Conoco Philipps, reducido a tres zonas de perforación frente a cinco pedidas por la empresa, a un costo de hasta 10.000 millones de dólares y con niveles de emisión de CO2 que alarmaron a los ambientalistas.
Los dos senadores republicanos del estado criticaron a la Casa Blanca y aseguraron que Biden estaba socavando la seguridad energética de Estados Unidos.
“Estas decisiones son ilegales, imprudentes (y) desafían todo sentido común”, afirmó la senadora Lisa Murkowski.
La demócrata Mary Peltola, miembro de la Cámara de Representantes, también dijo estar “profundamente frustrada” por lo que describió como un fracaso del gobierno de Biden a la hora de escuchar los deseos locales.
El plan anunciado por la Casa Blanca prohíbe asimismo las perforaciones en una zona de más de un millón de hectáreas del mar de Beaufort, situado al norte de la costa septentrional de Alaska.
Fuente: prensa internacional
