La actual administración de Bogotá pretende que antes de finalizar este año el contrato de bicicletas públicas para una parte de la ciudad sea un hecho. Sin embargo, en otras ciudades en el mundo donde no son reconocidas como capital de incentivar la bicicleta, ya están brindando este servicio.
El secretario de movilidad, Juan Pablo Bocarejo, publicó la iniciativa sobre la licitación y mencionó que estos servicios de bicicletas públicas funcionarán no solo para viajes propios, si no para la conexión con el Sistema Integrado de Transporte (Sitp), Transmilenio y el futuro Metro.
“Tenemos la zona desde la Candelaria, en las universidades del centro hasta la Calle 134 y desde los Cerros hasta la NQS para bicicletas públicas, pero se expandirá una vez se requiera en más zonas”, dijo Bocarejo.
Según un estudio por parte de la Secretaria de movilidad, al implementar este servicio se realizarían unos 2.500 viajes al día en estas bicicletas públicas, aun trabajan por la cantidad de bicicletas y el costo de uso, pero la iniciativa es que en los primeros 30 minutos sean gratis.
El fin de la licitación por parte de la Secretaría de Movilidad (SMD) es vincular la bicicleta como un medio de trasporte alternativo e integrado con el transporte masivo que existe actualmente en la capital. Además, garantizar las condiciones necesarias de seguridad, accesibilidad, conectividad y confort para que los ciudadanos la utilicen como método saludable y para bajar los indices de emisones de gases de efecto invernadero.
La ciudad Autónoma de Buenos Aires, capital federal de la Argentina, tiene una población cercana a los tres millones de habitantes y ya cuenta con el servicio de bicicletas públicas, donde se puede utilizar sin ningún costo las 24 horas, todos los días del año. Cuenta con 400 estaciones y 4.000 rodados y en 2018 más de 200.000 usuarios realizaron más de 8 millones de viajes durante el año.
A pesar de ser un proyecto el cual le han tomado ventajas otras ciudades en el mundo, el esquema que implementará la Administración de Bogotá pretende dar un cambio en el modelo de transporte de la ciudad, fortaleciendo de esta manera el ordenamiento territorial y apuntando a un modelo de sostenibilidad enmarcada en las políticas del Plan de Movilidad.