En Bogotá el monitoreo, control y mitigación de la contaminación atmosférica ha tomado día a día mayor relevancia, debido a las más de 2.000 personas que mueren cada año a causa de la mala calidad del aire. Aún más alarmante es la cifra que la ONG medio ambiental Greenpeace reveló “los parámetros establecidos por la medición de Bogotá de la concentración anual de PM2.5 y de PM1O exceden en un 150%, según los rangos permitidos por la OMS. En la ciudad la contaminación del aire por el PM2.5 fue responsable de la pérdida estimada de 5.400 vidas durante el año pasado”.
Algunos datos de Planeación Nacional muestran que la afectación en la salud asociada con la contaminación del aire en Bogotá es uno de los temas más apremiantes por solventar: 924.000 casos de infección respiratoria aguda y 124.600 casos de enfermedad en vida respiratoria inferiores en menores de cinco años, 253.300 casos de infección respiratoria aguda en mujeres daños de 44 años y 227.300 atenciones de urgencias por enfermedades respiratorias.
La contaminación no solo causa efectos adversos a la salud y del medio ambiente, también en la economía. Los daños son evaluados alrededor de 3.14 billones de pesos por la contaminación del aire interno y 12.2 billones de pesos por la contaminación del aire urbano, es decir, un 0.39% y 1,5% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional del 2015.
La capital de Colombia cuenta con uno de los Sistemas de Vigilancia de Calidad del Aire (SVCA) más completos del país, conformado por 20 estaciones que, en su mayoría, cumplen con la norma nacional, sin embrago, ninguna cumple con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Para el Ministerio de Ambiente de Colombia, las zonas sur y suroccidental de la ciudad registran las mayores concentraciones de Material Particulado (PM), lo que comprende a las localidades de Kennedy, Bosa, Ciudad Bolívar, Puente Aranda y Tunjuelito.
En esta última se ubica la zona industrial de la Autopista Sur, donde se encuentran instaladas al menos 9 empresas grandes dedicadas a la fabricación y comercialización de artículos para el aseo, sebos y alimento para animales.
A pocos metros de la zona industrial, se encuentra la red de monitoreo de calidad del Aire, Carvajal-Sevilla, el punto más crítico de contaminación en Bogotá y el que pocas veces suele estar en un rango moderado.
Ante los altos índices de material particulado, la comunidad viene presentando enfermedades respiratorias asociadas a la exposición de la mala calidad del aire. Así lo asegura Carlos Morris, presidente de la Junta de Acción Comunal: “Actualmente presento problemas en el sistema respiratorio, como la sinusitis”.
Rangos ambientales y meteorológicos
Para entender el problema ambiental de calidad del aire de Bogotá y su impacto en la salud sobre la comunidad es necesario conocer los rangos: Ver galería.
El estado verde que oscila entre 0 a 50 partículas contaminantes es el mejor rango ambiental de calidad del aire.
El rango amarillo registra indicadores entre 51 a 100 partículas contaminantes y es un estado moderado. No obstante, las personas sensibles deben evitar actividades al aire libre, ya que pueden experimentar síntomas respiratorios.
Luego, se ubica entre 101 a 150 partículas contaminantes el estado naranja que genera efectos adversos para la salud de las personas. El público en general y los individuos sensibles en particular, corren el riesgo de experimentar problemas de irritación y respiratorios.
Con 151 a 200 partículas está el rango rojo catalogado como ‘poco saludable’, pues aumenta la probabilidad de molestias al corazón y los pulmones en el público en general, es especial para los grupos vulnerables a la exposición de la contaminación del aire. Este índice es el que normalmente se encuentra la calidad de aire de la estación Sevillana-Carvajal.
Luego están los estados morados y púrpura, que durante esta investigación no se han registrado. Sin embargo, es importante mencionar las consecuencias que tiene para la salud si los diferentes entes encargados no logran controlar la problemática ambiental en esta zona de Bogotá. El primero corresponde a un estado ‘poco saludable’ con índice entre 201 a 300 de material particulado y, el segundo, es un rango ‘peligroso’ que va entre los 301 a 500 partículas contaminantes.
Políticas ambientales en Bogotá
Los diferentes sectores políticos y sociales están tratando de implementar estrategias y planes que logren mitigar la contaminación del aire. Uno de ellos es la Mesa Permanente de Calidad del Aire – Fuente documental – creada por María Fernanda Rojas, concejal del partido Alianza Verde.
“Nos motivó a crear esta Mesa el hecho de que este tema se ha vuelto cada vez más importante en la agenda urbana, comenzando por reconocer que el aire limpio es un derecho que tenemos las personas. No podemos tener salud, no podemos vivir plenamente si no tenemos aire limpio y, por supuesto, eso implica un medio ambiente saludable y que los países avancen en políticas públicas para ese tema”, aseguró la concejal.
Entre los retos de la iniciativa está el ponerse de acuerdo para que la disminución de la contaminación del aire sea una política permanente y una meta para que se fomenten buenas prácticas y medidas más rigurosas.
Así mismo, en abril de 2021, la administración de la alcaldesa Claudia López implementó el Plan Estratégico para la Gestión Integral de la Calidad del Aire de Bogotá, con el fin de “gestionar y reducir el nivel de concentración atmosférica a través de decisiones y acciones estructurales que permite que las personas puedan respirar mejor”. Fuente documental.
Hugo Sáenz, subdirector de la Calidad del Aire de la Secretaría Distrital de Ambiente, aseguró que están trabajando articuladamente con otros actores públicos y privados para reducir la contaminación en este sector, que es uno de los más contaminados de la capital colombiana.