El bioma más importante y extenso del mundo tiene un área aproximada de 7.000.000 km2 repartidos entre nueve países, de los cuales Brasil y Perú poseen la mayor cantidad, seguidos por Bolivia, Colombia Venezuela, Guyana, Surinam, Guayana Francesa y Ecuador.
La Amazonia, al igual que los océanos es regulador del clima mundial, productor de agua dulce y hábitat de especies, algunos de los cuales aún no han sido registrados por la ciencia y que podrían ser de gran beneficio tanto para el ecosistema como para la salud humana. Su perdida no solo generaría la extinción de un sin fin de especies, plantas y comunidades indígenas, sino que también hace parte importante de la crisis ambiental global, que es irreversible.
Hay que considerar que el sistema de lluvias de la Cordillera de Los Andes, es regulada directamente por la Selva Amazónica y las corrientes del Océano Pacifico. Al ser estas alteradas, fenómenos como El Niño y La Niña, serán más pronunciados e irregulares, al igual que sequias más pronunciadas en el sur del continente.
La agricultura, ganadería, minería y la comercialización de especies maderables son responsables que la selva tropical pierda floresta que representan tres campos de fútbol por minuto y que se destruyan importantes correderos biológicos para especies que se encuentran en vía de extinción como el Jaguar (Panthera Onca).
La deforestación
Un estudio alerta sobre la pérdida de 4.567 kilómetros cuadrados de la selva del Amazonas en los últimos diez meses, un 54 % más que el período anterior.
En un solo mes, mayo pasado precisamente, se presentó la segunda tasa más alta de deforestación de la última década: la Amazonía perdió 649 kilómetros cuadrados de selva nativa, según el Sistema de Alerta de Deforestación del Instituto del Hombre y el Medio Ambiente de la Amazonía (Imazon).
La causa principal del aumento de la explotación de los bosques radica en el incremento consumo de carne y la consecuente expansión ganadera masiva, el cultivo de soja transgénica y la creación de pastos para la ganadería.
La alta demanda de comercialización de especies maderables es la otra razón por la que el ‘pulmón del mundo’ sigue disminuyendo desaforadamente. Esto significa que, más de la mitad de las especies de árboles de la Amazonia están amenazadas.
Si el actual ritmo de desforestación continúa, hasta el 57% de las especies forestales amazónicas cumplirán en las próximas décadas los requisitos para ser clasificadas “en peligro” en la Lista Roja compilada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN)
El Amazonas alberga aproximadamente 25.000 especies de plantas vasculares, de las cuales 20% son endémicas. Asimismo, cuenta con una diversidad que incluye 402 especies de anfibios, 380 reptiles, 1.559 aves y 324 mamíferos.
Estos son algunos de los animales que albergan en el Amazonas y que se encuentra en estado crítico de extinción:
Jaguar
El felino tuvo una amplia distribución desde el estado de Texas hasta la Patagonia de Argentina, ha ido perdiendo gran cantidad de su hábitat. Según cálculo del Fondo Mundial para la Naturaleza había más de cien mil jaguares que habitaban desde zonas semidesérticas de Norteamérica hasta los bosques tropicales de Sudamérica. Sin embargo, esa población ha disminuido un 50% de su población en todo el continente.
El felino cumple un papel importante en el equilibrio y bienestar del ecosistema, es por ello que los ambientalistas han prendido las alarmas para que se desarrollen estrategias que apoyen a cuidar y protege la especie.
Oso Perezoso
Una de las principales actividades que causa la extinción de la especie es la tala indiscriminada de bosque, razones que lo han dificultado a conectarse con otros ejemplares de su misma especie e inclusive ha llegado a invadir hábitats de otras especies. Por este motivo, entidades ambientales que protegen la especie han unido sus esfuerzos para velar por el cuidado del perezoso.
El Tucuxi o bufeo negro
El cetáceo se encuentra entre los estuarios, ensenadas protegidas y otras áreas de aguas en el Norte y Este de la costa de América del Sur. Se encuentran en el Perú al sudeste de Colombia, Ecuador y recientes investigaciones han encontrado ejemplares en Bolivia. La principal amenaza para la especie es la interacción negativa con pesquerías locales.
Caimán negro
La presencia del caimán negro es amplia en la cuenca Amazónica, con registros en Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Guayana Francesa y Perú. La caza intensiva para comercializar sus pieles y carnes se construyó en su principal amenaza.
Detener la deforestación de los bosques, construir corredores biológicos y crear políticas ambientales encaminadas a la protección de la Amazonía, son la agenda principal de los entes encargados en su conservación.
El no hacer nada o continuar con su destrucción perderemos la biodiversidad, agua y lluvias que permiten la vida en el ecosistema del continente suramericano en toda su extensión.