Por: Laura Camila Suárez Suárez – Gabriela Santos Rios
Caterine Ibargüen es una antioqueña de 38 años reconocida en el mundo del deporte por ser la campeona olímpica en triple salto, representó a Colombia en varias competencias, pues, desde muy temprana edad y estando aún en el colegio descubrió sus habilidades para diversos deportes, entre ellos, el voleibol y el atletismo. A los 12 años, tuvo que elegir con cuál de las dos disciplinas quedarse, y se mudó a Medellín para iniciar su preparación profesional en atletismo.
Su ascenso fue muy rápido y prontamente se consolidó como una deportista olímpica de alto rendimiento reconocida a nivel nacional e internacional. Dentro de sus premios como deportista tiene doce medallas de oro, ocho de plata y una de bronce. En el 2021, le dice adiós al atletismo en los juegos olímpicos de Tokio 2020, para lanzarse a la política con la única misión, como ella misma lo menciona, de “ seguir ayudando a los colombianos desde un ámbito mucho más real y cercano al pueblo”.
Ese mismo año, mantuvo conversaciones con Dilian Francisca Toro, directora del Partido de la U, quien la convenció de unirse a lo que ella llama el Partido de la Gente con el objetivo de buscar mejores oportunidades para los jóvenes que viven necesidades, que luchan por un futuro mejor y que necesitan de garantías para tener una estabilidad económica y social, así como ella lo vivió en su juventud.
Se hace llamar la “Senadora del deporte” ya que su campaña electoral para el Senado por el partido de la U tiene un pilar fuertemente fundado, el deporte. Sin embargo, dentro de sus propuestas vincula temas de educación, salud, empleo y reactivación económica, temas enfocados en como ella asegura “tener un mejor país”, así mismo como eje fundamental del cambio incluye a las negritudes, a las mujeres y a los adultos mayores.
Al hacer su campaña electoral pública desató una serie de opiniones en distintos grupos de la sociedad, por un lado, los deportistas la apoyan totalmente por su intachable carrera profesional en el deporte, a su vez, consideran que Caterine puede ser el medio más cercano para incrementar las oportunidades en los jóvenes talentos del deporte en Colombia. Omar Lagos, vicepresidente de la liga de atletismo de Cundinamarca asegura que “con Caterine podremos alcanzar la perseverancia, la disciplina y la constancia en todos los jóvenes deportistas gracias a su ejemplo, con ella en el Senado podremos hacer realidad muchas de las carreras deportivas que hoy están estancadas”.
Por otro lado, los politólogos y analistas consideran que el cuerpo político de la campaña de Caterine puede recaer en el mismo cliché del dinero, como lo explica Mateo Amaya, director de País Posible, politólogo e internacionalista, “ la mayoría de candidatos creen que la plata soluciona todo, por ejemplo las propuestas de Ibargüen siempre son ‘necesitamos más dinero para financiar a los deportistas, necesitamos más dinero para que entonces tengamos más medallas’ y precisamente ese es el error de una persona que desconozca del mundo político”. Si bien es cierto, en Colombia cualquier persona libre, y mayor de edad puede hacer política, es importante que haya un conocimiento de fondo que permita dar una base sólida y realista a las propuestas, ya que los problemas económicos, sociales y políticos no se solucionan pidiendo dinero. Es importante que los candidatos conozcan de primera mano, las políticas públicas, pues a partir de ellas es que se pueden generar distintas oportunidades para los sectores a quienes van dirigidas las propuestas y se puede dar un mejor manejo de los recursos que el Estado tiene para ofrecer.
Su campaña ha dado de qué hablar en distintos medios, principalmente por el partido con el que Caterine se lanza a la política. Es preciso aclarar que este partido fue la casa de expresidentes como Álvaro Uribe Vélez y Juan Manuel Santos, también, ha sido relacionado con escándalos como el de Odebrecht y nexos de sus candidatos con paramilitares, pues es muy común que este partido no repare en examinar a fondo los antecedentes de sus miembros. Este tipo de hechos ha permitido que la campaña de Ibargüen pierda credibilidad, pues la tildan de uribista, de corrupta, entre otras cosas.
Algunas personas que seguían su candidatura, han hecho manifiesto su descontento con la elección y alianza con el partido de la U, en redes sociales se encuentran opiniones como la de Fabián Delgado “Estás usando el deporte, te vendiste al mejor postor. Qué vergüenza”. Sin embargo, la candidata sigue en su posición firme en cabeza de la lista del Senado del partido y enuncia que “por el hecho de que haya sido la casa del expresidente Álvaro Uribe, no significa que yo sea uribista, no compagino con él. Me uní al partido de la U por su visión de ser el partido de la gente, además porque es el primer partido que me dio la oportunidad de ser del partido siendo una mujer negra, que no pertenecía a la política y deportista”.
Su raza, profesión y experiencia han sido uno de los argumentos más importantes para agradecerle al partido la decisión de apoyarla en su candidatura, sin embargo, para Amaya no es necesario o relevante dentro del ejercicio político las características físicas y profesionales, pues como lo establece la constitución todos tenemos derecho de participación política e igualdad en el ejercicio de la misma. Pero, aunque bien lo menciona la candidata ella no tiene experiencia haciendo política pero sí ha vivido en carne propia lo que sufre la gente en los territorios más vulnerables, por lo que el internacionalista enuncia que “para ejercer la política es necesario saber de teoría, es decir, conocer las insatisfacciones de la gente, saber cómo manejarlas, y a su vez, saber que es lo que falta en la calle”, sólo de esta manera es posible hacer un ejercicio político que verdaderamente genere un cambio significativo en la sociedad.
A pesar de esto, Caterine Ibargüen tiene una ventaja muy grande que es el reconocimiento, esto hace que de alguna u otra forma su candidatura tome fuerza entre la masa y permita quedarse en la conciencia colectiva de los colombianos como una opción válida para representarlos en el Senado. Lagos enuncia que “uno de los puntos más fuertes de Caterine y que se ve reflejado en la amplia experiencia que tiene como deportista es que al tener una candidatura basada en el deporte, conoce de primera mano las falencias que tienen los deportistas de alto rendimiento en su ejercicio profesional dentro del país, además, se convierte en un ejemplo de disciplina para todas las generaciones logrando que varios deportistas sigan sus pasos”.
Es por eso mismo que ella expresa que su campaña política se basa en la transparencia, en demostrar a todos los colombianos que sus propuestas están encaminadas en cambiar el país, en trabajar para desarrollar estrategias que permitan fortalecer la economía, la educación, la salud y el deporte. Propuestas con las que busca que la ciudadanía conozca respondiendo, y aclarando dudas, a través de las redes sociales ya que es un medio de comunicación que la mayoría de los jóvenes, a los que va enfocada su candidatura, utiliza para despejar las inquietudes que tienen sobre un tema en particular, en este caso las elecciones al Senado.
El cambio que quiere Caterine es tan grande que sin pensarlo dos veces decidió iniciar su vida política en el Senado para apoyar a los deportistas colombianos desde el punto más alto “una voz que ayude hacer los sueños realidad”. Es por el mismo motivo que la candidata escogió el partido de la U, ya que gracias a las políticas y reformas que se han implementado a través de los años como la creación del Ministerio del Deporte, la aprobación de la Ley 181 “Por la cual se dictan disposiciones para el fomento del deporte, la recreación, el aprovechamiento del tiempo libre y la Educación Física y se crea el Sistema Nacional del Deporte”, muchos deportistas lograron consolidar su carrera en el ámbito deportivo de su preferencia.
Es importante entender que si llega a recopilar los votos necesarios para ser elegida, algunos de los candidatos que hacen parte de su partido político, como bien se sabe no cumplen a cabalidad los intereses que ella tiene, es posible que algunas de sus propuestas queden detenidas por falta de apoyo de su partido o por falta de recursos.
Aunque la candidata sabe la realidad que enfrenta el país y más porque lo vivió cuando residía en Apartadó, un factor clave a la hora de ejecutar sus propuestas, sería de plena importancia que conociera de primera mano las políticas públicas que puede emplear y crear para conseguir como su misma campaña lo indica “Un salto hacia el cambio” .
Esperemos que en las próximas elecciones que se realizarán el 13 de marzo, Colombia tenga la oportunidad de leer las propuestas de cada candidato y elegir la mejor opción para conseguir el cambio a partir de la representación de líderes que en su enfoque a largo y corto plazo tengan únicamente el bienestar del país.