El cónclave para elegir al nuevo Papa tras la muerte de Francisco, ocurrida el 21 de abril de 2025, está programado para comenzar entre el 6 y el 11 de mayo de 2025, según las normas eclesiásticas que establecen un plazo de 15 a 20 días después del fallecimiento.
Sin embargo, si todos los cardenales electores ya están en Roma antes de los 15 días, el cónclave podría iniciarse antes, conforme a una modificación realizada por Benedicto XVI en el año 2013. Solo los cardenales menores de 80 años pueden votar, con un máximo de 120 electores (aunque este límite puede superarse temporalmente).
Desde 1492, la mayoría de los cónclaves se celebran en la Capilla Sixtina, con los cardenales alojados en la Casa Santa Marta desde 1996. Los cardenales juran secrecía y se aíslan del mundo exterior. Se realizan hasta cuatro votaciones diarias (dos por la mañana, dos por la tarde). La elección requiere dos tercios de los votos.
Tras cada votación, las papeletas se queman: humo negro indica que no hay Papa; humo blanco, que se ha elegido uno “habemus papam”. Los cónclaves modernos suelen durar entre uno y cinco días,aunque hubo casos que se prolongaron semanas o meses.
El Cónclave más largo fue el de 1268-1271 (casi tres años) en Viterbo. El más corto, el de 1503, que eligió a Pío III en un solo día. En el pasado, ejércitos, reyes y multitudes influyeron en las elecciones. La renuncia de Benedicto XVI en 2013 fue un evento raro, ya que los cónclaves suelen convocarse por la muerte del Papa.
