Hace casi 25 años llegó al cine una película que desde entonces definió lo épico de allí en adelante. El legendario director británico Ridley Scott trajo a la gran pantalla Gladiator (2000), que fue postulada en doce categorías en los Premios Oscar de la Academia, de los cuales obtuvo cinco: mejor vestuario, mejores efectos de sonido, mejores efectos especiales, Mejor Actor principal con un épico Russell Crowe, y el gran premio de la noche a la mejor película.
También fue un éxito en taquilla con una recaudación de más de 450 millones de dólares, que dejaron el nombre de Máximo Décimo Meridio como la marca inconfundible de un héroe cinematográfico.
En 2024, luego de una gran espera, el director británico se embarca en esta secuela, luego de estrenar una polémica cinta que cuenta la historia de Napoleón (2023), que concitó críticas divididas alrededor del mundo.
Ahora, Gladiador II se ubica años después de la muerte del héroe Máximo a manos del Emperador Comodo en su primera entrega. Luego de esto Lucio, su sobrino (Paul Mescal), que se ve forzado a entrar en el Coliseo tras ser testigo de la conquista de su hogar por parte de los tiránicos emperadores que dirigen Roma con puño de hierro. Con un corazón lleno de furia y el futuro del imperio en juego, Lucio debe rememorar su pasado en busca de la fuerza y del honor que le devuelvan al pueblo la gloria perdida de Roma.
Gladiador II es una película que, gracias a su anterior entrega, goza de un aura épica donde casi todos sus nuevos personajes mantienen una imponente imagen, pero sus defectos de guion con huecos argumentales frente a la historia y la profundidad de cada personaje, no resulta tan elaborada.
En mi opinión, esto fue hecho completamente apropósito por parte del director, pues Gladiador II no se enfoca de lleno en el desarrollo de sus personajes como con Máximo en la entrega anterior. El verdadero protagonista de esta entrega es el coliseo y todos los juegos de poder alrededor de la edificación como herramienta de poder y de control social, sin perder su idea primaria, el entretenimiento.
Dos de sus nuevos personajes, los emperadores Caracalla (Fred Hechinger) y Geta (Joseph Quinn), pretenden ser los antagonistas de la historia, pero como todo en la buena Roma, son solo factores de poder para que otros personajes entren a jugarse el poder del imperio.
Dicho de otra forma, la estructura de la cinta es parecida a la anterior, pero Scott parece haber retomado aspectos que no fueron posibles en Gladiador I y que implementó aquí, como el personaje de Lucilla (Connie Nielsen), que terminan por crear los lazos suficientes para darle el efecto de secuela.
Gladiador II es completamente disfrutable por sí sola porque no se complica demasiado en la trama y con personajes como el General Acacius (Pedro Pascal), que impulsan considerablemente la película, aunque su ausencia hace que decaiga.
Uno de los puntos buenos de Gladiador II en lo que a sus personajes se refiere es Macrinus (Denzel Washington), que se convierte en un personaje clave, pero en mi opinión, y aclarando que no lo hace mal, es Denzel Washington siendo Denzel Washington.
Por otro lado, Paul Mescal interpreta al Lucio adulto con una clara influencia del imponente y recordado personaje protagonista de Corazón valiente (1995) William Wallace, porque toma ciertos gestos del personaje en batalla y de su padre en la historia, el General Máximo, sin llegar al nivel de grandeza que le imprimió el actor nacido en Nueva Zelanda, Russell Crowe.
Otro elemento clave en toda película que aspira a momentos épicos es la música, y el compositor ganador del premio Oscar, Hans Zimmer, solo está presente en dos momentos de la cinta que retoma el legado de Máximo.
El diseño de producción, el diseño de Sonido y su imponente diseño de vestuario, seguramente serán grandes candidatos para ganar premios, y aunque la primera y la segunda entrega hacen parte de la misma historia, son películas diferentes porque el público de cada una también lo es.
En la actualidad, la industria cinematográfica construye sus grandes taquillas con historias que no arriesgan nada, que incluso pasan por simples, lo que ocurre con Gladiador II, una película que se concentra mucho más en la acción que en desarrollar sus personajes a profundidad.
Gladiador II tiene todo para ser un Blockbuster pues tiene actores como Pascal y Mescal que están en su punto más alto, secuencias de acción que entretienen con gracia y una bella escena de créditos al inicio, que, aunque puede que le sobren personajes y que el guion pudo tener muchos menos vacíos, es una película disfrutable por alguien que no sepa de la primera parte, como para una persona atenta a los detalles que la tenga entre sus favoritas.
Una película que influyó en una generación y al parecer, lo seguirá haciendo para recordarles a todos que “lo que hacemos en la vida, tiene su eco en la eternidad”.