Es atractivo que una película sea filmada completamente en el país, y más llamativo aún, que personajes como John Cena y Alison Brie lideren el elenco. El director francés Pierre Morel responsable de cintas como El transportador (2002) Distrito 13 (2007) y París en la mira (2010), entre otras, propone esta película de acción y comedia, con un aura de cine clase B que irónicamente le beneficia.
Héroe por encargo se filmó en las ciudades de Girardot y Bogotá, reafirmando la importancia que está tomando Colombia para los productores y directores extranjeros, que al parecer ven en nuestro país un lugar cada vez más competitivo para sus proyectos, y no es para menos: para la industria de cine extranjera hacer producciones en Colombia resulta económico.
En el elenco encontramos actores colombianos como Sebastián Eslava, Mauricio Cujar, Diego Vásquez, Roberto Cano, Nelson Camayo y un sorprendente Juan Pablo Raba, que con su interpretación de un dictador festivo y elegante como el presidente Juan Vanegas, sagaz y calculador, es el personaje de la película, y en mi opinión, el protagonista de Héroe por encargo.
Morel recrea un país pobre y conceptualmente “tercermundista” donde Mason Pettits (John Cena), exagente de las fuerzas especiales, está atrapado en un aburrido trabajo de oficina. A regañadientes acepta el encargo de proporcionarle seguridad privada a Claire Wellington (Alison Brie), una periodista fracasada, mientras entrevista a Juan Venegas, un implacable dictador.
Justo cuando está a punto de conseguir la primicia de su vida, estalla un golpe militar. Para salir con vida, el peculiar trío debe arreglárselas para sobrevivir a los asesinos, a la selva y a ellos mismos. Más allá de la pobre manufactura, la idea genérica que propone la película, y unas actuaciones en donde solo resalta Raba, se perciben mensajes políticos que hablan en voz baja sobre cómo está delimitado Colombia y sus formas de gobierno, que, desde la sátira y la comedia, está muy cercano a la realidad. Por lo demás, a Héroe por encargo le sobran fácilmente más de 30 minutos, y su desenlace no propone nada, ni cuando sus secuencias de acción intentan ser algo más que cómicas.
Una película genérica y por momentos absurda, que irónicamente entretiene por pasajes. Juzguen ustedes.