En el Festival de cine francés 2024, se destacan muchos de sus títulos gracias a la forma de contar sus historias, o a la visión particular que pueden tener relatos pertinentes para la sociedad.
La manera de contar una historia es parte sobre cómo la idea que se da a conocer y desarrolla durante el tiempo de metraje, llega a ser asertiva con un mensaje claro.
Las Cuatro Hijas (Les Filles D’Olfa), de la directora tunecina Kaouther Ben Hania, tiene un mensaje potente y lamentablemente necesario en la actualidad, como el abuso hacia la mujer, con una ingeniosa manera de abordarlo desde el documental, la metaficción y la ficción.
La cinta presenta la vida de Olfa, tunecina y madre de cuatro hijas, que oscila entre la oscuridad y la luz desde su formación y contexto cultural, hasta que un día sus dos hijas mayores desaparecen.
Para suplir la ausencia de los miembros de la familia que están ausentes por diferentes razones, la directora Hania, recurre a actores profesionales y establece un extraordinario mecanismo cinematográfico destinado a revelar la historia de Olfa y sus hijas en Las Cuatro Hijas.
En esta especie de mutación que transcurre desde el documental hasta la metaficción, los personajes inician un viaje dentro de sí mismos, donde afloran recuerdos y emociones desde el sentido más íntimo de sus vidas, abriendo el corazón de una familia rebosante de esperanza, rebeldía, sororidad y dolor.
Al inicio, cuando los actores se encuentran con sus protagonistas reales, es de las escenas más bellas que he visto en una sala, belleza que no abandona la película. Esa es una de sus contradicciones más llamativas, que le entrega a Las Cuatro Hijas los recursos para su mensaje tan potente.
En este denominado documental, la narrativa construida por Kaouther Ben Hania es tan eficaz como cautivadora. Es interesante ver cómo cuando se están fraguando algunos momentos estremecedores, de repente la narración de alguna de las hijas trae al ambiente cómo fue vivir en una familia opresiva, violenta, radical y abusivamente patriarcal.
Las Cuatro Hijas es un testimonio de cómo los nichos culturales y sus creencias, muchas veces justifican las violaciones, agresiones y muchos tipos de violencias hacia la mujer, desamparando cualquier derecho que pueda tener por ser mujer.
Entre las reflexiones que propone la cinta, es lamentable ver cómo muchos tipos de maltrato se han normalizado. Insisto que para mí no hay sistema cultural o religioso que justifique el maltrato y daño psicológico hacia ningún ser humano, en especial la mujer.
Las Cuatro Hijas se convierte en un foro de libertad, un acto de conciencia desde una realidad hostil, en una invitación hacia la reflexión de cómo cada uno hace que la sociedad en donde se convive pueda ser mejor para todos.
Basta ya de esos modelos radicales, tradicionales y anticuados que son herramientas de poder. Esperanzadora, sorpresiva y reveladora. Juzguen ustedes.