En la historia muchos son los nombres de mujeres y hombres que generaron cambios y salvaron muchas vidas humanas en el curso de incontables conflictos librados. Fue el caso de Nicholas Winton, que permaneció en el olvido durante más de 50 años, que solo salió a la luz en 1988, cuando su esposa Grete compartió las listas que contenían los nombres de los niños que su esposo había rescatado medio siglo antes con una investigadora del Holocausto, durante la Segunda Guerra Mundial.
El director británico James Hawes cuenta la historia de este corredor de bolsa que se encontraba en Praga para disfrutar de sus vacaciones esquiando, que terminó involucrado cuando un amigo le dijo que le ayudara con las tareas de asistencia en los campos de refugiados de la zona, donde miles de personas vivían en condiciones infrahumanas. El maravilloso actor nacido en Reino Unido, Anthony Hopkins, se mete en la piel de este ser humano que logró evacuar a 669 niños judíos de Checoslovaquia para situarlos en hogares sustitutos en Inglaterra.
Lazos de vida es un homenaje a este hombre, que narra un momento clave para su reconocimiento, gracias a That’s Life, un programa de la BBC de 1988 donde sorprendieron a Winston cuando invitaron a una niña que había salvado años atrás, que, ya adulta, recrea uno de los momentos más emotivos de la película, retomado literalmente del fragmento del programa, que fue mayormente visto cuando se publicó en YouTube en 2003. Su reencuentro permitió revivir su experiencia junto al héroe, y la interpretación de Hopkins con respecto a los videos, es simplemente conmovedora e impactante.
En algunas películas, la emotividad de la historia toca tanto al espectador como a quienes interpretan a los personajes, hecho que se refleja aquí en actrices como Helena Bonham Carter en el papel de Babi Winton la madre del protagonista, o en su esposa Grete Winton interpretada por la sueca Lena Olin.
Una cinta con una narración convencional, que regresa constantemente a situaciones claves en la memoria de Nicholas Winton, para hacer visible el conflicto que las marcas del tiempo y la culpa de no haber logrado que saliera ese último tren, persiguieran a alguien que hizo todo y más en uno de los conflictos más famosos de la humanidad.
Una dirección de arte destacada con la atención a los detalles registrados en cada foto y recuerdos de sus cientos de protagonistas, hacen de Lazos de vida una experiencia que vale la pena ver para exaltar ese carácter humano compasivo, que desafortunadamente destaca por su ausencia, que valiosas personas como Nicholas Winton hacen ver que vale la pena.