Uno de los éxitos en la última década en la casa Disney, regresa luego de ocho años de estrenarse su primera parte, con los personajes que marcaron una recordación importante en su público y una historia que cautivo su calidad narrativa y visual.
En esta segunda parte, Moana ya es toda una navegante y pretende continuar con su exploración para proteger a su pueblo en una evolución de personaje, que parecía continuar con su buen desarrollo, pero no. En cambio, sólo se introdujeron un montón de personajes nuevos, al mejor estilo Disney.
En Moana 2, la protagonista y Maui se reúnen de nuevo luego de tres años para otro peligroso viaje junto a una insólita tripulación. Tras recibir una llamada repentina de sus ancestros navegantes, Moana deberá viajar a los lejanos mares de Oceanía adentrándose en peligrosas y olvidadas aguas para vivir una aventura sin precedentes.
Dirigida por David Derrick Jr., Jason Hand y Dana Ledoux Miller, y producida por Christina Chen e Yvett Merino, la cinta cuenta con una calidad deslumbrante como se puede ver en las texturas, el fluido movimiento con las características de sus personajes y una banda sonora que cumple sin problemas.
Ya que es una secuela, esta segunda parte pierde características importantes que si tenía la primera, como el choque de sus dos personajes principales para validar su amistad. En esta ocasión y gracias a un guión lleno de problemas y sin momentos épicos, la película solo busca sostenerse por sus apartados técnicos como la animación, que es espectacular, pero resulta solo sentirse cómo un segundo capítulo de algo que va a pasar de largo, no la continuación de una bella historia llena de mensajes sobre la naturaleza y como se debe respetar con empatía.
En mi opinión, gracias a esa apresurada manera de hacer crecer este universo tan rico y atractivo, inspirado en los mitos, la historia y la cultura del pueblo maorí, especialmente de la Polinesia, la historia se diluye en lo repetitivo y no crea una mayor expectativa de lo que pueda pasar, dejando cabos sueltos y subtramas sin concluir, al mejor estilo de Marvel.
A lo mejor, Moana 2 sea capaz de llegar a una gran cantidad de público con los bonitos lazos emocionales que Moana acrecienta con su hermana menor y su familia, pero la cinta cae en argumentos demasiado amables que no toman riesgos y la hace demasiado familiar, sacrificando emoción, haciéndola predecible y solo introduciendo personajes por doquier para que puedan ser vendidos “por separado”.
Aunque puede ser de lo más atractiva para los más pequeños, un público más aplicado va a ver referencias directas de Star Wars (1977), Avatar (2009) y hasta Los reyes de las olas (2007) entre otras, cuando la primera parte se sentía tan fresca y llena de mensajes potentes sin necesidad de crear numerosos caminos hacia una franquicia que se muestra desde ya, con varias películas para un estudio que se acostumbró a eso.
Moana 2, deja motivar los sentidos con sus impresionantes imágenes, pero canciones poco memorables y una historia que tiende a ser plana y con poco ritmo, hacen que solo sea un recuerdo constante de la primera. Una buena alternativa para compartir con los pequeños haciendo cumplir el rito de las palomitas de maíz y la gran pantalla, pero una poca emocionante continuación de una historia llena que prometía mucho más. Juzguen ustedes.