El estadounidense Todd Haynes regresa a las salas de cine luego de películas como Carol (2015), o Lejos del cielo (2002) donde trabajó con la actriz Julianne Moore, entre otras. Cada una de sus películas tiene la particularidad de mostrar el racismo, la alienación de los prejuicios sexuales y los tabúes alrededor de la sociedad norteamericana y sus marcados problemas sociales.
Con Secretos de un escándalo, Haynes toma una polémica sexual basada en hechos reales sobre una mujer que mantuvo relaciones sexuales con un niño de 13 años y que paulatinamente acabó formando una familia. La cinta ubica a la protagonista veinte años después de haber protagonizado ese romance que conquistó los medios de comunicación de Estados Unidos, con una actriz de Hollywood que irrumpe en esta familia, que entrevista a cada miembro para adaptar su papel y preparar la película. El matrimonio se ve superado con los detalles que van saliendo a flote.
El director muestra por momentos la narrativa como si fuera un documental, hecho que desconcierta un poco al espectador, idea que es completamente intencional. La historia central de una ama de casa con tendencias pedófilas de por si pudiera ser una película, pero toma una mirada externa para jugar con la atención del público y cómo puede llegar a juzgar el papel de la actriz Elizabeth Berry (Natalie Portman), que está dándole forma a la investigación de su personaje, pero que se convierte en una persona obsesiva, intrigante y oportunista frente a los acontecimientos de hace 20 años.
El personaje de Gracie Atherton (Julianne Moore), solo retoma las cosas que le sirven para no tener conflictos con ella misma y con la realidad que construyó para sí. De esta manera Haynes muestra cómo cada personaje es parte de la realidad de su generación, donde cada persona que hace parte de una sociedad con reglas debe convivir de acuerdo con sus estándares, donde todo el peso moral de los actos, solo es ajustado con el tiempo.
El personaje de Joe Yoo (Charles Melton), que estaba en el foco del escándalo en su momento, ya siendo padre de familia, enfatiza en todos los cuestionamientos de las formaciones sociales, que crean una historia turbia, confusa y rodeada de inmadurez impulsada por la mentira del cruel amor romántico, que lleva a la narrativa por momentos a transitar por el terror, con una Elizabeth que cada vez se convierte en algo más oscuro mientras Gracie solo intenta no sacar a flote sus culpas ni las huellas de su pasado.
Todd Haynes construye sutilmente una película turbia llena de buen drama y mensajes categóricos que la hacen potente, con una dosis suficiente de humor y actuaciones que destacan en este juego de máscaras sin cesar que se muestran por una hora y cincuenta y tres minutos de pasiones encontradas dentro de los tabús de la sociedad. Juzguen ustedes.