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[Crítica] Septiembre 5: un valioso documento histórico hecho tensión pura

En esta era de la información, donde las noticias se construyen a partir de tendencias, paradójicamente el periodismo ha sufrido el acoso del poder. Pero su papel ha sido fundamental en la denuncia sobre casos de importancia internacional como el Holocausto, la violación de derechos humanos en innumerables guerras, y muchos escándalos globales como el Watergate, de donde se derivaron joyas cinematográficas como Todos los hombres del presidente (1976), The Post (2017), o las denuncias sobre pederastia en la Iglesia Católica en Spotlight (2015), entre otras.

La relación del periodismo con los acontecimientos de la historia se intensificó desde principios del siglo XX, y fue creciendo, convirtiéndose en una herramienta de contrapeso del poder, siendo testigo de acontecimientos como el de Septiembre 5, que le mostró al mundo el momento decisivo que cambió para siempre las coberturas de los medios de comunicación y que hoy continúa impactando las noticias en vivo por lo que significó.

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Ambientada durante los Juegos Olímpicos de Munich de 1972, la película sigue a un equipo estadounidense de noticias deportivas que rápidamente se adaptó para pasar de los reportajes deportivos a la cobertura en vivo de los atletas israelíes tomados como rehenes. Esta no es la primera vez que tal acontecimiento fue recreado en el cine, pues Munich (2005) dirigida por Steven Spielberg narra la historia de un agente del Mossad y su equipo que persiguen a los terroristas responsables de los asesinatos de varios atletas israelíes en estas Olimpiadas.

Septiembre 5 se aleja de la narrativa que muestra la acción del acontecimiento y se embarca en algo más complejo que consiste en mostrar cómo esos hechos fueron relatados y los dilemas que en su momento supuso esa responsabilidad, que le deja al espectador la reflexión de cómo ignorar la información contiene un mensaje tan poderoso como el saber a detalle lo que está pasando. La película, dirigida por el suizo Tim Fehlbaum, tiene una idea clara sobre cómo el desarrollo de la información desde la filigrana de las pistas y los datos, tiene el impacto esperado gracias a la disposición de un nutrido número de personas que estaban más que dispuestas a llevarle lo mejor que pudieran al televidente.

Entre los pormenores técnicos en la transmisión, el poder de adaptación e improvisaciones de cada uno de los periodistas involucrados, Septiembre 5 se convierte en uno de los mejores montajes de los últimos años, donde el proceso de editar y unir secuencias de imágenes y sonidos para crear una película, hace de esta cinta, un vivo ejemplo de qué es hacer las cosas con talento e inteligencia, involucrando hasta el más mínimo detalle, mutando por momentos a un drama- documental, que por asombroso que parezca, tiene lugar dentro de un estudio de transmisión de televisión.

Septiembre 5 es capaz de fabricar una de las mejores líneas de tensión de los últimos años con no más de tres locaciones y una apabullante dirección de arte, donde cada detalle es mejor que el anterior, mostrando un thriller redondo y con tantos buenos momentos como los mensajes alrededor de la trama. Una película que es capaz de generar una sólida tensión y sostenerla, acompañada de actuaciones convincentes y alineadas con los registros históricos que bien parece un documental, que resulta tan intrigante como la tensión que se vivió en los Juegos Olímpicos de 1972, aún con secuelas de la postguerra y con la carga histórica de la Alemania Nazi.

Los mensajes desde el ejercicio del periodismo se muestran inteligentemente desde varios flancos, ya que cada periodista ideó su colaboración que va desde aparentar ser un deportista olímpico, hasta la fascinante labor de crear los créditos y subtítulos en pantalla para las transmisiones de la televisión en vivo, que hacen que cada fotograma vibre con sus colores granulados y llenos de tensión, impulsados por buenas actuaciones, un diseño de vestuario magnífico, una edición maravillosa y por supuesto, una gran dirección de parte de Fehlbaum.

Una historia con más de 52 años que una vez más es inspiradora hacia una profesión tan maltratada y desprestigiada como el periodismo, que a quienes tenemos la posibilidad de ejercerla, invita a creer de nuevo que en esta gran labor, vale la pena continuar creyendo que se puede ayudar a cambiar el mundo para bien, teniendo en cuenta que la información sobre algo relevante, puede cambiar la perspectiva de la opinión pública, tipo de comunicación de la que depende que no esté contaminada y pueda llegar a prosperar en la mente adecuada que quiera escuchar y desarrollar su sentido crítico.

Una película con una sola nominación a los Premios Oscar, pero con tanta calidad que sin duda es digna merecedora de por lo menos estar nominada a 5 premios más. Mientras tanto es una de las mejores películas para ver en esta temporada de premios y uno de los thrillers periodísticos más destacados de su tiempo. Juzguen ustedes.

| Nota del editor *

Si usted tiene algo para decir sobre esta publicación, escriba un correo a: jorge.perez@uniminuto.edu

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