Cuando una película se enfrenta a condiciones humanas frente a las relaciones y sus coincidencias dentro de un paralelismo, es peligroso concluir una idea por medio de la misma fórmula y esa complicación la tuvo el director español Cesc Gay con esta cinta.
Películas que toman temas similares como la cinta española Nuestros amantes (2016) o una serie que toca también estos temas desde el drama y es claramente más tajante y mejor desarrollada como Mamíferos (2022) hacen que estos encuentros personales con el espectador para enfrentarse a sí mismo, sean mejor elaborados.
Con un reparto de lujo, con nombres como el de Chino Darín, Antonio de la Torre, Javier Rey, Anna Castillo, Àlex Brendemühl, María León y Eva Reyes. La calidad de las actuaciones no se pone en duda, ni la dirección en este sentido de parte del director nacido en Barcelona que es precisamente donde se sitúan estas cinco historias.
El problema radica en que cada una de las historias intentan tomar un sentido en diferentes situaciones, pero se quedan demasiado abiertas y pierden ritmo cuando ya se pasa a la siguiente.
En la construcción del guión, también parece sólo querer intentan describir mentiras y verdades a medias, donde cada espectador debe hacer el resto y eso hace que ni las historias convenzan ni los actores y actrices tengan mucha profundidad en sus papeles y esto se refleja en la película.
Sin duda, la película narra historias donde cualquier persona se puede llegar a reconocer y puede llegar a pensar para sí mismo que prefiere no explicar, o incluso olvidar. Este tipo de encuentros inesperados, combinados con momentos ridículos o decisiones absurdas, hacen que estas cinco historias, ayudados de una mirada ácida y compasiva, tal cual como lo dice su sinopsis oficial, le muestre a quien este viendo, que en realidad si tiene una incapacidad para gobernar sus emociones o que simplemente cree tener suficientes golpes de la vida.
Esta comedia romántica no deja de ser provocativa, tocando temas neurálgicos para la sociedad del ahora, enmarcada en la propia ridiculez humana de las relaciones y los lazos afectivos que gobiernan a diario, eso sí, desde un lugar de privilegio como él que tienen todos sus personajes, pero sin hacer que el espectador deje de reírse de sí mismo y disfrutando una parodia de la cotidianidad que es más cercana que lejana.
Una película española que por momentos parece genérica, repitiendo la estrategia de ese tipo de comedia iberoamericana, pero que logra cuestionar al espectador, al punto de sentirse reflejado en alguna de estas cinco historias o todas. Juzguen ustedes.