Según representantes de la ONU, la emergencia se encuentra en un nivel de 3, la misma categoría en la que está la crisis humana en Siria y Yemen.
El ciclón tropical Idai, que se produjo en Mozambique, Zimbabue y Malaui el 14 y 15 de marzo por fuertes vientos que llegaron hasta 200km por hora y lluvias intensas, han cobrado la vida de aprox 760 personas. Una evidencia más de los destrozos que puede ocasionar el cambio climático, y que se gún expertos con los años será aún mayor en todo el planeta.
En los tres países se causaron estragos e inundaciones, destruyendo las infraestructuras básicas y afectando de forma dramática la vida en las ciudades y especialmente en las zonas rurales donde se destruyó el 90% de la infraestructura. Según datos del Gobierno de Mozambique más de 3.100 escuelas, a las que asistían 90.000 estudiantes se esfumaron; más de 33.500 viviendas quedaron destruidas y la perdida de cosecha llegó a las 500.000 hectáreas de cultivos.
En Zimbabue, donde el ciclo toco tierra más tarde, llegaron auxilios a través de helicópteros que transportaron alimentos para ser distribuidos a Chinanimani y Chipinqe, las zonas más afectada en el país por la catástrofe.
Las organizaciones se centran en prestar atención a los afectados con alimentos, agua y refugios seguros y además evitar las enfermedades como la cólera que ya ha tocado la vida de algunos sobrevivientes.