El enamoramiento, es el título de la columna firmada por Margarita Rosa de Francisco, publicada por El Tiempo y comentada en el espacio de opinión, de En medio del trancón, el espacio matutino de Uniminuto Radio 1430 AM.
Es una columna para reflexionar sobre los factores que inciden en el amor, como un imaginario, que, en esos casos, separa los sentimientos de la realidad.
Otro tema interesante de diálogo con los estudiantes participantes en cabina: chicos y chicas que transitan por la juventud y que, comparten sus percepciones. Pero que, por ejemplo, por el miedo a la soledad que esta cultura critica y cuestiona, impulsa a muchos a percibir como propios los contenidos de canciones como la puesta al inicio de esta sección: “Soy de ti, y seré toda la vida”.
Un mensaje que se prestó para muchas y más confusiones: errores de entrega y posesión que por fortuna, cada vez están más caducas.
Al audio, que insisto, fue interesante en la variedad de opiniones, se anexan apartes del texto de Margarita Rosa, sobre quien también coincidimos en la riqueza de sus comentarios:
De los estados alterados de consciencia, de pronto sea el enamoramiento uno de los más peligrosos, por no decir lamentables.
El “locamente enamorado” es lo más parecido a un farmacodependiente condenado a sufrir si no se le suministra la dosis necesaria de correspondencia amorosa. Él le ha comprado a la propaganda el cuento de que nuestro objeto de amor tiene la pipeta de oxígeno que nos va a devolver el último aliento, y por eso le encantan las mismas frases agónicas traqueteadas en miles de canciones que le hacen coro a su pasión sicótica; sin ti me falta el aire, me muero sin tus besos, devuélveme el aire.
El enamorado es un bipolar galopante; sus euforias y miserias son extremas, y actúa igual que cualquier fanático. Está listo para odiar a su ángel adorado, o sea, su ídolo, en cuanto este dé muestras de que es humano, lo cual ocurre bastante pronto. (…)