Los procesos de lucha y organización femenina han surgido como propósitos para generar acciones en favor de manifestar y alzar su voz, un asunto para poner en la mesa y que deben ser de consideración para la colectividad. Temas que permanecen en el anonimato y que hoy deben ser resaltados para evitar malos entendidos.
En la sala C del grán salón de Ecopetrol, se dió cita un público diverso con intervenciones destacables que retrataron situaciones internas en sus familias. Es el caso de Valeria, una participante del panel que compartió con los asistentes una situación cotidiana en su familia: sus padres no comparten el termino FEMINISMO sino que por el contrario lo tergiversan utilizando calificativos como feminazi, un hecho que para ella resulta engorroso de batallar y debatir usualmente.
Para Vanessa Rosales, escritora e historiadora de estilo y moda, es más que indispensable reflexionar sobre las posiciones que el feminismo digital impone en las redes y la comprensión del mensaje en su contenido, de igual manera, Mariángela Urbina, presentadora de un contenido para YouTube: “Las Igualadas” un material audiovisual que pone en discusión temas de género, considera por su parte que el proceso de habitar en un espacio digital aporta para defender una liberación femenina que no solo concierne femeninamente hablando cuando el único objetivo es la igualdad de género.
Asimismo, haciendo uso de las redes que logran difundir de manera acertada un contenido con un sentido crítico argumentado y sobre todo estructurado para captar el sentido.