La desertificación es la degradación de la tierra en zonas secas, en donde ésta pierde total o parcialmente su potencial productivo y la sequía es una anomalía climatológica causada por la falta de precipitaciones necesarias para abastecer suficiente agua.
El objetivo de esta conmemoración es concienciar a la sociedad acerca de las iniciativas internacionales para combatir estos fenómenos, producto de la actividad humana y las variaciones climáticas. Con motivo del 25ª aniversario de la adaptación de la Convención de Naciones Unidas contra la Desertificación que pone en relieve los progresos materiales sostenibles para el suelo y por ello su lema “Construyamos un futuro juntos”.
La pobreza, la inestabilidad política, el sobrepastoreo, la deforestación y las malas practicas afectan negativamente el suelo lo que genera degradación. Las dinámicas económicas que se realizan en el país perjudican en gran medida la Sabana Caribeña, ya que como lo sostiene el biólogo y profesor de la Universidad Nacional Alfredo Badilla sólo queda el 7% de bosque seco tropical, producto de la ganadería y cultivos ilícitos.
Para restaurar la desertificación en las zonas afectadas, el biólogo Badilla sostiene que “se debe hacer un proceso de restauración ecológica que es ayudar a la naturaleza a que acelere su proceso de cicatrización para restaurar sus ecosistemas naturales. Pero sobretodo dejar las zonas quietas que no se sigan interviniendo”, explicó.
Además, el docente agregó, “que no se debe confundir restauración ecológica con reforestar que es lo que dice el MinAmbiente, que vamos a reforestar 2 millones de árboles, pero no solo es sembrar. Hay que restaurar el tejido diverso con miles de especies distintas, que son las especies las que van a recuperar el suelo”.