Los días para la visita del papa Francisco a Colombia son cada vez menos. Y, en este contraste de emociones que nos caracteriza como sociedad, despierta tanta devoción como crítica. Casos públicos como el de José Galat, no es único. El Colombiano, el periódico de Medellín que visitará el papa, publicó una columna de Juan David Escobar Valencia quien cuestiona a Francisco, el mismo a quien muchos califican de, el papa de la humildad.
El mismo columnista afirma en el segundo párrafo de su columna, que el papa Francisco, que ha sido tan promocionado por su rechazo al acartonamiento papal y su publicitada humildad en el vestir y vivir, cual discípulo del expresidente (Pepe) Mujica; que se muestra tan hosco con ciertos líderes que no se ajustan a lo que según su concepción debe ser propio de ellos pero que extrañamente abraza y su rosto se ilumina frente a tiranos caribeños a los que termina por bendecir porque su espíritu crítico y su valentía para denunciarlos curiosamente enmudece ante las barbas castristas; que como es su deber cristiano proclama la necesidad de una opción preferencial por los pobres pero para ello acude y repite las trasnochadas consignas del comunismo con aroma e incienso peronista, que reducen la existencia de la pobreza a la fácil narrativa del capitalismo explotador al que se le culta falsamente de ser la fuente única de la desigualdad, la corrupción y la depredación, como si eso no se hubiese dado pero en mayores magnitudes en el comunismo, viene de visita a Colombia.
Son muchas las razones para seguirlo o no. Y cada uno tiene en su sentimientos motivos para expresarlo. Pero en la cabina de UniminutoRadio 1430AM. sentimos las posiciones negativas como otras que, en diferentes situaciones comunes, inducen a los extremos no siempre con argumentos de peso. El diálogo en cabina, a continuación: