Escrito por: Arnold López | Revisado por Paola Beltrán
15 años de labor y vigencia en un festival es digno de celebración, y con el proceso de creación, distribución y democratización de la cultura realizado por Ojo al Sancocho. Es imposible no examinar y analizar los matices que hacen que tenga un triunfo a nivel local, nacional e incluso, un reconocimiento internacional, un festival de cine que se gesta desde la comunidad, para la comunidad, y por la comunidad.
Para adentrarnos en las complejidades del proceso de Ojo al Sancocho, tuvimos la oportunidad de hablar con Joel Chavarro, quien desde su experiencia nos relata la ardua labor de gestión del festival y el proyecto social de Ciudad Bolívar, con el fin de transformar los imaginarios negativos que se tienen de las periferias y apoyar las visiones de nuevos artistas. Así, tuvo un inicio peculiar como nos cuenta Joel: “Sueños Films hace esta idea con otros cinco personajes… Fundan su primera versión en el 2005, empezando con 500 pesos en el bolsillo en ese tiempo, cómo hacer un festival de esa manera y llegar a lo que puede ser, y es ahora a sus 15 años”.
Dicho eso, hay que enaltecer el rol de la comunidad, ya que hace parte fundamental de la creación, gestión y proyección del mismo proyecto, pues sus miras sociales, su pensamiento antropológico y cinematográfico, son las bases principales de Ojo al Sancocho: la visión de una comunidad unida por las artes, que los impulsa a ser cada vez mejores y alcanzar nuevas alturas; y es que no es para menos, pues Ciudad Bolívar cuenta con la culturalidad y diversidad suficiente para ser el centro de un ambiente que gire sobre el arte y la gente, como nos lo explica Joel: “En Ciudad Bolívar hay una pequeña Colombia donde se reúne mucha diversidad… Hay muchas personas, mucha cultura que hace estos espacios y hacen más vivo los lugares”.
Pero quizás lo más importante es la democratización cinematográfica por una búsqueda constante de la creatividad y la recursividad para narrar historias, lo que lleva a resultados prometedores dentro de una comunidad, donde el cine y la experiencia de vivir en territorios vulnerables, da la posibilidad de fomentar historias sinceras y crecimiento personal, como lo plantea Joel: “Ojo al Sancocho tiene una escuela para niños, jóvenes y adultos, donde tuve un proceso de 6 a 7 años y ahora asumo roles de liderazgo dentro del equipo del festival… Fue esa idea de cómo podemos cambiar, y de ahí parte esa historia de querer hacer cine… Creo que es algo fascinante y maravilloso gracias al aprendizaje que he tenido y a varias personas que me han ayudado”.
El esfuerzo y la unión de una comunidad genera espacios para el empoderamiento social desde el festival, las estrategias y las propuestas que expanden las posturas del audiovisual. Así, se piensa el cine como una herramienta de expresión de la comunidad, como lo plantea Joel: “Desde la construcción de Potocine, se ha realizado la proyección de dos funciones semanales, es un espacio para abrir las puertas al arte en nuestro territorio… Se busca avanzar a algo diferente, darle esa vivacidad, ese cambio, como subir unos escalones en búsqueda de un futuro”.
La transformación viene de pequeños pasos, y desde Radiovisuales 4K, invitamos a todas las personas al espacio cultural de Potocine, que tiene una constante programación de muestras artísticas; y por supuesto, que acompañen los 15 años de celebración del Festival Ojo al Sancocho, que propone historias de pensar, hacer y ver el cine y las artes como una vía de expresión, resistencia y cambio, porque es desde las diferentes miradas donde podemos dialogar y reconocernos como una gran comunidad que busca fortalecerse junta: un sancocho cultural y social que nos refleja como personas
Les invitamos a revivir el programa con Ojo al Sancocho: