El Gobierno de España aprobó este martes su Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) del Vehículo Eléctrico y Conectado, un plan que prevé movilizar hasta 24.000 millones de euros en tres años para impulsar la industria de la movilidad sostenible, enfocándose sobre todo en la fabricación de vehículos eléctricos.
“Empezamos a escribir una historia de éxito donde España se pone por primera vez a la vanguardia de la industria del automóvil”, afirmó en rueda de prensa la ministra de Industria, Reyes Maroto.
El proyecto va dirigido a relanzar un sector estratégico de la economía tras la crisis sufrida por la pandemia de coronavirus y, de paso, adaptarla a las necesidades del futuro, en línea con los compromisos climáticos suscritos por España en el marco de la UE o el Acuerdo de París.
Actualmente la industria del automóvil representa el 11 por ciento del PIB español, el 15 por ciento de las exportaciones totales y genera más de 2,5 millones de empleos.
El PERTE contará con una inversión pública de más de 4.300 millones de euros procedentes de los fondos europeos Next Generation EU y la movilización de 19.700 millones de euros desde el sector privado.
Con ese dinero se impulsarán medidas para potenciar la cadena de valor del vehículo eléctrico, encaminadas especialmente a garantizar su fabricación.
“La estructura del PERTE cuenta con bloques obligatorios como la fabricación de equipos originales y ensamblaje, la fabricación de baterías y equipos de hidrógeno, y la fabricación de otros componentes del vehículo eléctrico. Además, habrá otras actuaciones específicas que incluyan conectividad, microprocesadores, componentes del vehículo eléctrico inteligente, y fabricación de sistemas de recarga”, explica el Ministerio de Industria en un comunicado.
Del mismo modo, se establecerán medidas facilitadoras que ayuden en la transición hacia la movilidad eléctrica, como la multiplicación de los puntos de recarga. “Queremos fabricar coches eléctricos, pero también democratizar su acceso”, señaló Reyes Maroto.
Con estas medidas, añadió la ministra, España espera que el coche eléctrico sea “una palanca tractora de la recuperación de la economía” y que el país se convierta en “un hub europeo de la electromovilidad” para seguir atrayendo inversiones en el futuro.