El Bronx fue conocido durante mucho tiempo como el lugar donde habitaba el diablo en Bogotá, ya que entre las calles 9ª y 10ª y las carreras 15 y 15 A, en el sector de los Mártires, se lograba observar cosas que se pensaba que sólo ocurrían en una película de ficción, como descuartizar a una persona estando viva, para que después un cocodrilo se comiera sus restos mortales, asesinato a plena luz del día, personas consumidas por la drogadicción, entre otras atrocidades que encontraron los valientes policías, que en mayo del 2016 decidieron intervenir y acabar con esta calle de la muerte.
Curiosamente la llave de la ciudad que el alcalde Enrique Peñalosa le entregará a el papa Francisco en la Casa de los Canónigos, antes que el santo padre se reúna con todos los jóvenes que lo van a esperar con ansias en la Plaza de Bolívar, fue hecha con la madera de una de las pocas puertas que quedan de la desaparecida calle del Bronx.
Con esta puerta fue que se hizo la llave que el alcalde Enrique Peñalosa le entregará al santo padre, el próximo 7 de septiembre, en la Plaza de Bolivar
El proceso de tallado de esta llave duró aproximadamente dos meses y medio, los cuales jóvenes que habitaron la calle del Bronx y que iniciaron con el IDIPRON un camino hacia la resocialización, fueron los responsables de la elaboración de este símbolo, que el burgomaestre le entregará al sumo pontífice como homenaje de su visita a Bogotá.