El triunfo de Emmanuel Macron en la segunda vuelta para la Presidencia de Francia causó un suspiro de alivio en todas las personas que han visto con justa angustia el crecimiento de los partidos populistas, xenófobos y nacionalistas en varias partes del mundo.
Así inicia el editorial de El Espectador publicado en relación con el éxito de Macron sobre Marine Le Pen. En efecto, es una luz de esperanza en relación con la tendencia mundial de extrema derecha en países de gran peso económico, y por ende, con influencia en el mundo entero.
Comentamos en la sección de En medio del trancón, características generales del nuevo presidente francés. El más joven en la historia de ese país. Creador del movimiento político En Marcha, creado con las iniciales de su nombre. Ha coqueteado con la izquierda y perteneció al partido comunista a sus 24 años. Contó también con el apoyo de Francois Holland, quien sale del gobierno sin muchos aplausos, pero también se inscribe en la izquierda.
Pero Macron también ha coqueteado con el poder a través de las multinacionales entre ellas Nestlé. Y ha ocupado con éxito cargos relativos a la economía. De hecho ocupó el Ministerio de Comercio en el gobierno saliente.
De cualquier manera, y frente a las opciones para el ámbito mundial que ofrecen Donald Trump y Vladimir Puttin, sumando a la Primera Ministra del Reino Unido, y otros gobiernos de extrema derecha, más cercanos a nosotros geográficamente hablando como Argentina y Brasil, Macron ofrece esa luz de esperanza que, por lo menos se presenta en el actual momento histórico mundial.
Sólo resta esperar para ver si su presidencia llena las expectativas de un país reconocido por su defensa a los derechos humanos y las libertades. Afirmaciones que tampoco se pueden adoptar como cien por ciento ciertas. Pero si más cerca. El audio del espacio, a continuación: