El pasado siete de julio, testimonios comprometieron a Romero cuando un comerciante afirmó que “el general quería empezar a cobrar por los permisos de armas y cuando a mí me dijo eso, pensé: Dios mío, qué persona acaba de llegar aquí. Esto va a ser el deleite de los bandidos”.
Otra evidencia clave fue la visita de una mujer a la Cuarta Brigada que trabajaba como intermediaria de un narco.
También lo fue el testimonio de un oficial que trabajó con Romero, quien advirtió sobre los desvíos del dinero que recibía la Brigada para costear el combustible de sus vehículos. El oficial agregó que hubo un contrato de ‘384 millones’ para mantenimientos, pero nunca llegó dicho proceso, ya que los puestos que manejan la parte administrativa de dinero los manipulaba él.
Precisamente desde el mes de julio con cada uno de los testimonios, el proceso empezó a gestionar todo tipo de sospechas, lo cual evidenció una irregularidad en la Cuarta Brigada, junto al general en retiro Jorge Horacio Romero.
Según la Fiscalía, las irregularidades habrían beneficiado a tres empresas con 31 contratos de 4 mil 500 millones de pesos entre los años 2016 y 2017, sobornando el 10 por ciento dirigido por Romero.
Pero el asunto no para ahí, se encontró evidencias que comprometen aún más al general, esta vez se trató de unos audios de militares y contratistas de la Cuarta Brigada, hablando de la molestia del general por las declaraciones en su contra en la Fiscalía.
Al conocer estos hechos, se ejecutó la captura del general la semana pasada, exactamente el jueves en Bogotá, y el viernes la Fiscalía le imputó cargos en la audiencia.
Dicha diligencia judicial había sido suspendida y se reanudó ayer a las 3:00 de la tarde, la Fiscalía y la Procuraduría pidieron que sea enviado a prisión.
Además la Fiscalía afirmó que el general movió influencias para detener los avances de las investigaciones en su contra, y destacó que el fin de semana algunos testigos del proceso, fueron abordados en la ciudad de Medellín por la Inspección General del Ejército.
“Personas adscritas a la inspección del Ejército se trasladaron a Medellín y abordaron a dos de los testigos para pedirles informes sobre temas que se trataron en la audiencia. Abordar a los testigos es generar preocupación”, manifestó la fiscal del caso.
Tras las acusaciones, Romero se declaró inocente pero permanecerá detenido en la Escuela de Caballería del Cantón Norte de Bogotá, aseguró el Tribunal Superior de Bogotá.
Fuente: Revista Semana, El Tiempo.