Por. Daniela Méndez Zamudio
Sergio Urrego era un joven estudiante que decidió quitarse la vida en agosto de 2014 tras sufrir acoso y discriminación por su orientación sexual en su colegio. Aunque han transcurrido 8 años desde la tragedia, aún hace falta mucho camino por recorrer a la hora de reconocer como sociedad los derechos de la población LGBTIQ+, y de establecer políticas para los casos de matoneo escolar.
Alto Grado ha dedicado parte de su música a la promoción de la salud mental en más de una ocasión, como es el caso de dos de sus canciones más reconocidas: Los Dos y Hay Límites. Esta última fue con la que decidieron rendirle un homenaje a la memoria de Sergio Urrego, tema que señala la importancia de establecer límites en todos los entornos.
Los asistentes le dieron su apoyo al discurso de Martinika, la vocalista de la banda, que se mostró empática ante la situación tan difícil a la que se enfrentaba el joven antes de terminar con su vida.
Esta es una canción que vale la pena pensarla a fondo, porque como indicó Martinika, resalta la necesidad de establecer límites, idea que refuerza su letra así: “hay límites para poder amar”, una versión que, aunque un poco menos optimista, en perspectiva resulta más acorde a la realidad.
Los mensajes de protesta no son nuevos en estos eventos, sin embargo, resulta admirable que sean aprovechados por los artistas que participan para generar discusiones tan importantes sobre la discriminación y las violencias que se han vuelto parte de la cotidianidad de muchos.