Una mayor presencia de adultos mayores en el comercio informal, posiblemente por dificultades para acceder a empleo formal, es una de las revelaciones que presenta la investigación ‘Impacto socioeconómico de la pandemia en vendedores informales del Huila’, realizada por profesores de los programas de Contaduría Pública, Administración de Empresas y Administración Financiera de la Corporación Universitaria Minuto de Dios, UNIMINUTO, Rectoría Centro Sur. El propósito de este estudio fue describir el impacto socioeconómico y financiero que enfrentaron los vendedores informales, estacionarios y semi-estacionarios, en los municipios de Neiva, Garzón y Pitalito, en el departamento del Huila, como consecuencia de la pandemia del COVID-19 durante 2020 y 2021.
De acuerdo con los investigadores de UNIMINUTO: Luz Mery Celis Murcia, Sandra Patricia Ochoa Montoya, Yonth Jairo Giraldo Cerón, William Valencia Rivera y Diana Catherine Chacón Jansasoy, la metodología utilizada fue un enfoque mixto, recolectando datos a través de encuestas online, con un muestreo intencional para la selección de los vendedores.
Explican que el estudio, de carácter descriptivo, analizó las problemáticas económicas y sociales de esta población. Entre los resultados, se destaca que la mayoría de los encuestados tienen entre 46 y 59 años, lo que sugiere una mayor presencia de adultos mayores en el comercio informal, posiblemente por dificultades para acceder a empleo formal.

Así mismo, revelan que la tenencia de vivienda predominante es en modalidad de arriendo, lo que refleja grandes necesidades insatisfechas y una vulnerabilidad económica acentuada por la significativa disminución de ingresos debido al cese de actividades comerciales durante la pandemia.
Igualmente, en las conclusiones se evidencia que el género femenino predominó en el desarrollo del proyecto, mostrando mayor incidencia en los resultados. Además, se observó una alta disminución del nivel de ingresos, poca participación en la política pública y un alto nivel de endeudamiento. La población presenta un bajo nivel educativo, con pocos individuos que completaron la educación media, subrayando así la precariedad socioeconómica de los vendedores informales en este contexto.
Los resultados muestran que, a pesar de los desafíos económicos impuestos por la pandemia, el comercio informal ha experimentado un crecimiento notable, especialmente en Pitalito, donde el porcentaje de personas que ganan entre uno y dos salarios mínimos aumentó significativamente. Esto respalda teorías que sugieren que el sector informal actúa como una válvula de escape ante la rigidez del mercado laboral formal, aunque esto conlleva un impacto negativo en la base impositiva y la evolución económica del país. Además, se evidencia una notable brecha entre la población de vendedores informales y las políticas públicas, reflejada en la baja participación en su formulación. Esta desconexión resalta la urgencia de políticas inclusivas que consideren las necesidades y opiniones de estos trabajadores. Es imperativo que se implementen medidas que fomenten la participación de esta comunidad en el desarrollo de políticas que impacten sus condiciones de vida y laborales. En conjunto, estos hallazgos enfatizan la necesidad de una intervención estatal efectiva que no solo mejore las condiciones económicas de los vendedores informales, sino que también promueva la equidad de género y reduzca las barreras educativas, facilitando una integración más plena de este sector en la economía formal del país.

RECOMENDACIONES
A partir de los hallazgos de este estudio, los profesores recomiendan que es fundamental implementar estrategias que no solo aborden las necesidades inmediatas de los vendedores informales, sino que también promuevan su integración a largo plazo en la economía formal. Las siguientes recomendaciones prácticas están diseñadas para mejorar sus condiciones de vida y fomentar un desarrollo económico más inclusivo: •Fomentar la Participación de las Mujeres: Implementar programas de capacitación y redes de apoyo que promuevan el liderazgo femenino dentro de la comunidad de vendedores informales, facilitando su empoderamiento y participación. •Promover la Educación y Formación: Desarrollar iniciativas educativas adaptadas, centradas en habilidades técnicas y empresariales, que respondan a las necesidades específicas de los vendedores informales, aumentando sus oportunidades de empleo y su capacidad de gestión. •Incentivar la Participación en Políticas Públicas: Crear talleres y foros participativos que motiven a los vendedores informales a involucrarse en la formulación de políticas que afecten su sector, asegurando que sus voces sean escuchadas y consideradas. •Facilitar la Formalización de Actividades Comerciales: Simplificar los trámites y proporcionar asesoramiento y recursos para ayudar a los vendedores a formalizar sus negocios, lo que contribuirá a su sostenibilidad económica. •Impulsar el Desarrollo Económico Local: Identificar y aplicar estrategias específicas que promuevan el crecimiento económico en áreas con alta actividad de comercio informal, aprovechando el aumento de ingresos observado post-pandemia. •Establecer Alianzas Estratégicas: Colaborar con organizaciones gubernamentales, nogubernamentales y del sector privado para maximizar el impacto de las iniciativas, fortaleciendo la implementación de programas de apoyo a los vendedores informales.
Artículo completo en:
https://revistas.udes.edu.co/aibi/article/view/3566/3162
