La edad es como el tiempo, relativo. La lectura del mundo y sus cosas depende de la orilla en la que esté. Pero el dolor no es relativo, es inherente al hombre. ¿A quién le duele menos o más? Es una pregunta sin respuesta y no vale la pena quedarse en ella. La historia de Sebastián Felipe Larrota López, de 22 años tiene, de momento, un interludio de felicidad en medio de la tragedia. En agosto de 2016 él estaba trabajando en la empresa y su rutina se rompió cuando el dolor lo invadió. Una máquina para aplanar cuero le causó un trauma severo por aplastamiento, quemaduras y le destrozó tres dedos de su mano izquierda.
“En ese momento quería morir y pensaba todas las cosas malas”, comenta. Pese al shock, nunca perdió el conocimiento y por eso fue testigo de la ingeniería de la medicina colombiana de hoy. El equipo médico de microcirugía y ortopedia de la Clínica del Occidente salvó su mano. La cirugía de alta complejidad que le practicaron los médicos duró 2 horas y, a pesar del diagnóstico adverso que daba por perdido el miembro, actualmente el paciente ha recuperado buena parte de su funcionalidad luego de 11 cirugías practicadas.
“Todavía estoy en el proceso. Prácticamente me hicieron una reconstrucción. Todos me decían que la perdería. Pero el médico Juvenal me dijo: no chino, usted no va a perder la mano. Mi objetivo es que usted la vuelva a utilizar plenamente”, afirma Sebastián.
¿Quién es Juvenal?
Según se lee en el comunicado de prensa de la Clínica de Occidente, el doctor Juvenal Bayona Mora, especialista en Ortopedia y Traumatología, Cirugía de Mano – Microcirugía fue quien dirigió la compleja intervención quirúrgica, y se obtuvo en contra de todo pronóstico, un exitoso reimplante. “Estoy satisfecho con los resultados pues el paciente ha logrado recuperar parte de la funcionalidad de la mano, dentro de la complejidad que significa esta cirugía”.
“Antes del accidente venía de una serie de sucesos dolorosos y esto me dio la motivación de vivir”, comenta Sebastian frente a su computador que ahora mismo es su aula de clase de inglés.
Si bien, hablar de resultados totales es todavía prematuro, el proceso resulta inspirador de cara a lo que será la reconstrucción de tejidos en el futuro, más cuando según la Asociación Colombiana de Medicina Física y Rehabilitación, se estima que en Colombia hay 200 personas amputadas por cada 100 mil habitantes. Las causas más comunes por amputación son las traumáticas, ocasionadas por accidentes laborales y de tránsito; dentro del ámbito laboral, es frecuente la pérdida de miembros superiores, en especial la mano, la Clínica es un referente en el manejo de esta clase de lesiones, cada año atiende un promedio de 3.840 traumas en las manos.
