Por: Julieth Daniela Guerrero Mafioli, Eduar Javier Medina Pacasuca y María Paula González Díaz. Tercer semestre
Según una investigación de la universidad Michoacana sobre el contexto jurídico del matrimonio infantil en el mundo: “El número de mujeres y niñas casadas antes de los 18 años es de 650 millones”. El mismo estudio menciona: “Las edades con la mayor frecuencia de este tipo de matrimonios son 15, 16 y 17 años, y la edad más baja registrada es de 5 años.
Asia Meridional es la zona que registra la mayor tasa de matrimonios con mujeres menores que asciende aproximadamente al 45%; seguido está África Subsahariana con un porcentaje del 20%; en América Latina y el Caribe, el cálculo es aproximadamente de 58 millones de niñas casadas, cifra equivalente al 9%”.
Lorena Puin, psicóloga clínica, dice que el desarrollo psicosocial para la niñez puede afectar su hogar, su entorno social y el colegio. Para Puin, los mayores factores de riesgo en niños o adolescentes más frecuentes en Colombia por esta problemática son los que viven en entornos conflictivos y que por estas razones buscan salir de este ambiente, además de la obligación de hacerlo en diferentes culturas.
Puin relata que las mayores consecuencias del matrimonio infantil son la pérdida de calidad de vida en los niños, que interrumpe el desarrollo de una infancia normal, que es reemplazada por un pensamiento de hogar que se desarrolla normalmente sobre los 20 años, y que en estos casos empieza a los 13 o 14 años. Y aunque hay niñas que se adaptan no sería lo adecuado. Puin señala que, aunque se deben hacer más estudios, hay una posibilidad de que allí haya violencia de género, ya que el entorno clínico hospitalario supone en ocasiones un factor de riesgo.
El último reporte de la Superintendencia de Notariado y Registro dice que en 2021 se firmaron 303 uniones maritales que involucraban a una adolescente, y las zonas con mayor taza de matrimonios registrados son: Cauca con 67, Antioquia con 28 y Valle del Cauca con 19 uniones.
Según el Ministerio de Salud y Protección Social, el ciclo de vida contempla las siguientes etapas: “primera infancia (0-5 años), infancia (6 – 11 años), adolescencia (12 – 18 años), juventud (14 – 26 años), adultez (27-59 años), persona mayor (60 años o más) envejecimiento y vejez”.
Actualmente, en Colombia no se han aprobado los matrimonios entre menores y mayores de edad, sin embargo, persisten algunas tradiciones que son tema de preocupación, que a su vez se constituyen en tormentos para la niñez y la adolescencia.
Las leyes colombianas abordan esta problemática, mediante la protección de los derechos de menores, sin embargo, la implementación y seguimiento de esta jurisprudencia sigue siendo desafiadas con casos de matrimonios ilegales y abusivos que afectan gravemente a menores vulnerables.
En entrevista con UNIMINUTO Radio el representante a la Cámara por Cundinamarca, Eduard Sarmiento, explica que un proyecto de ley que aborda esta problemática Va para tercer debate, y confirma que sí son reales los matrimonios entre mayores y menores de edad.
Sarmiento aclara que hoy en día son muy comunes este tipo de uniones, y agrega que un gran porcentaje de la población femenina ya está casada a los 25 años: “Seguramente estuvieron casadas extramatrimonialmente antes de los 18 años, además, se suele pensar que es un asunto lejano de zonas rurales, pero resulta que los departamentos con mayor taza de matrimonio son Tolima, Cundinamarca, Antioquia y Valle”, asegura Sarmiento, que explica que la intención es que el proyecto sea ley durante este mandato. Agrega el representante que, en cuanto a las comunidades indígenas cuentan con una autonomía que tiene límites que no pueden superar la ley.
Según la abogada Irma Christancho, la propuesta de ley roza con un derecho fundamental inscrito dentro de la Constitución Política de Colombia en su Artículo 16 que afirma: “Todas las personas tienen derecho al libre desarrollo de su personalidad sin más limitaciones que las que imponen los derechos de los demás y el orden jurídico”.
Cristancho afirma: “Sí hay consecuencias legales, se tendría que acudir a la normatividad penal vigente para cada caso concreto”. Igualmente manifiesta que el proyecto de ley no es necesario porque “Tal como está la norma en el Código Civil, se han venido manejando los valores que debe tener la familia”. por estas razones, para Cristancho el proyecto no ha resultado favorable: “Deben ser más fuertes los principios y valores de la familia y continuar con esa autoridad que los padres deben perpetuar a sus hijos”, agrega la abogada.
Teresa Peremato Martín, jurista española y actual fiscal de la Sala Delegada de Violencia Sobre la Mujer, explica en su libro Matrimonio infantil precoz y forzado, que se trata de una violación de los derechos humanos, que afecta mayoritariamente a las niñas y que además de provocarles graves daños a su salud física, psicológica y reproductiva, reduce sus posibilidades educativas y laborales, haciéndolas más propensas a sufrir violencia en el ámbito matrimonial.
En Colombia, por cuenta del Artículo 117 del Código Civil, el matrimonio infantil con un menor de edad y un mayor de edad o dos menores de edad está avalado por la ley, siempre y cuando los acudientes responsables de los menores den su autorización para que se lleve a cabo la unión.
El pasado febrero, se abrió nuevamente el proyecto de ley ordinaria que busca prohibir el matrimonio infantil y las uniones a temprana edad con el lema: Por una infancia digna y un futuro sin ataduras: son niñas, no esposas. Esta propuesta fue aprobada en primera instancia el 28 de febrero y en segunda instancia el 30 de abril por la Cámara de Representantes. El proyecto debe pasar un ciclo de cuatro debates, y en la actualidad se está a la espera de dos en el Senado.
Quienes lideran el movimiento son las representantes a la cámara Jennifer Dalley Sandoval, electa en 2022 por la coalición Centro Esperanza, y su compañera Laider Alexandra Vázquez Ochoa, representante durante este mismo periodo a la Cámara por el Pacto Histórico.
La propuesta busca crear un programa nacional de atención integral de proyectos de vida para niñas, niños y adolescentes. En todo caso, si dos adolescentes mayores de 16 años y menores de 18 deciden convivir, no podrán ser objeto de discriminación alguna.
Susana Andrade de 53 años se casó a los 14 años con un hombre de 25 años, explica su experiencia y qué factores la llevaron a casarse en ese momento: “La economía, la pobreza, tenía mucha escasez en mi familia, en mi casa y creí que con este matrimonio podría salir adelante y tener lo que siempre he deseado”. Andrade dice que tenía una imagen muy diferente de lo que era el matrimonio: “Creí qué era ser feliz, que todo era divertido, como era una niña imaginé que era así, pero no, nunca fue así”. Finalmente, Susana tuvo que dejar su educación de lado para dedicarse a ser madre y ama de casa.
