Neiva, y el Huila, al igual que el mundo entero, son testigos de cómo se ha ido transformando el ecosistema periodístico y comunicativo con la llegada de nuevos profesionales a entidades estatales, empresas privadas, medios de comunicación, emprendimientos, etc., tanto en lo digital como en lo análogo. Por ello, en este 9 de febrero, Día del Periodista, destacamos el libro ‘Disrupción Narrativa en la Comunicación Social y el Periodismo del Huila: Protagonistas e Historias”, donde egresados del programa de Comunicación Social de UNIMINUTO en la Rectoría Sur cuentan, en primera persona, sus experiencias, sus estudios, sus opiniones y visiones alrededor del ejercicio del periodismo en esta región de Colombia.
Libro “Disrupción Narrativa”: trabajar lo local, sin perder de vista la perspectiva global
Por Miguel de León*
Dos comentarios recogidos en este trabajo me llaman la atención: el primero es bastante repetitivo y se refiere como “estamos en la era de la conexión infinita y la información fluye a velocidades que no alcanzamos a seguir” es decir, la tecnología pone a nuestro alcance el mundo, pero a su vez, otra comunicadora se lamenta que no existan “profesionales idóneos para desarrollar escritos con profundidad, que generen noticias con contexto y pertinencia o, que por lo menos, aceptaran el reto de aprender de la profesión”. Es decir, hoy en día hay un exceso de información que llega demasiado rápido por las redes, y lógico, nos obliga prácticamente a sacar conclusiones a igual velocidad, sacrificando muchas veces el contexto, la mayoría de veces por falta de análisis del tema.
Esto ha creado una audiencia más emocional y participativa. Es decir, tenemos unos lectores más bien un público que reacciona con un nivel de emociones increíble. Es lo que se ha llamado “la polarización”. Y si a eso se le suma que todo el mundo, en el medio digital puede participar, indignarse, apoyar, compartir la noticia, nos deja una relación difícil de manejar con las personas que acceden a la información. En este mundo digital, donde las personas se mueven en burbujas digitales, como las redes sociales o las plataformas de mensajería instantánea, es más fácil que circule la desinformación, como también que haya un exceso de información y se termine generando un caos informativo.
En medio del desorden informativo y la acelerada transformación digital, resulta importante saber dónde se ubican hoy los nuevos periodistas, dónde hay que mirar hacia los próximos años y a qué habrá que prestarle atención para cubrir mejor este ámbito. Igualmente, como responder desde la academia a esta transición entre la comunicación analógica a la digital, como se adaptan los egresados al título de este texto, a la “Disrupción narrativa”, a la construcción de un nuevo lenguaje para los nuevos tiempos. De ahí la urgencia, de formar nuevos pensamientos para “todos los trabajadores de la comunicación encargados de difundir nuestra realidad de manera objetiva y ética, contribuyendo en la formación del pensamiento crítico y reflexivo de toda sociedad”, como dice el docente Heber Zabaleta Parra.
Por eso, la oferta de los emprendimientos de los egresados es variada y no todos son de periodismo como tal, los hay de comercialización de productos, de organización de eventos y sobre todo, comunicación audiovisual con énfasis en publicidad, y eso nos lleva a creer en una de las pocas verdades que motivan consenso: que el periodismo dejó de ser monopolio de los periodistas, de las empresas de medios. Cualquier persona puede crear un medio. Y uno pensaría que es el fin del periodismo. Yo, pensaría más bien, que la tecnología, nos abre una nueva era, que da mucha esperanza en la democratización de la información. Aunque por ahora no sabemos cómo será, sí sabemos que será mucho más rico y complejo que el anterior. Un ambiente donde muchas vidas se interrelacionan, se intercomunican, como en un ecosistema de una enorme pluralidad.
Por eso, la segunda parte de este texto, es una salida válida: trabajar lo local, sin perder de vista la perspectiva global, como una herramienta fundamental para conseguir, en la era de la globalización, y pese a lo contradictorio que pueda parecer, un desarrollo más humano, sostenible, con equidad, duradero y asentado en un territorio. Hablar de Reynaldo Matiz como una narración fundacional de nuestro departamento, pero colocarlo en un plano de prohombre y conocer su vida y sus realizaciones, así como el sector cultural habla del Centenario de La Vorágine de José Eustasio Rivera, los huilenses debemos de conocer el primer periodista asesinado en el Huila y rescatar su pensamiento. Esa es una salida y los textos propuestos lo dicen.
*Escritor, columnista. Director de la Red de Bibliotecas Públicas del Huila