El final de un ciclo suele ser triste y dejar muchos vacíos en las personas. En la mañana del 28 de febrero varios periodistas de diversos medios estaban preparados y debatían con una elevada expectativa, mientras llegaban a esa última cita en la gran pantalla con uno de los personajes más queridos del universo X-men: Logan, personaje que fuera interpretado magistralmente por Hugh Jackman desde hace ya 17 años. Las reacciones y sentimientos fueron diversos por parte del público asistente, mientras los miembros de la prensa y los fanáticos disfrutaban las referencias, diálogos y genialidad de Patrick Stewart interpretando a un nonagenario Charles Xavier, así como de la talentosa joven Sienna Novikov como X-23, eran parte de un preludio a lo inminente.
Logan: el adiós de un grande
Así fue sin duda. Jackman se despidió por la puerta grande, dejando a la saga un estandarte alto y con una mayor expectativa para los futuros proyectos que tenga 20th Century Fox con los mutantes creados por Stan Lee. La película Logan se convierte en uno de los principales referentes del cine de acción por sus secuencias y fotografía remarcables; dejando como resultado un cierre poético a la aventura protagonizada por James Howlett conocido como arma X. También se deja de lado las restricciones o censura del mutante en la gran pantalla, demostrando que realmente puede ser letal en todo el sentido visual de la palabra, ya que desde el inicio del filme se tiñe de rojo la pantalla con las habilidades del mutante canadiense. Finalmente esta entrega cierra un ciclo, el cual será duro y hará difícil aceptar a un nuevo Wolverine, pero como diría el desaparecido Gustavo Cerati: “poder decir adiós es crecer”. Desde este 2 de marzo, los asistentes a las salas de cine del país podrán aplaudir, dar gracias y un hasta siempre a Hugh Jackman por su interpretación de Lobezno.