“Lo que los hombres callan y las mujeres quieren saber”, fue el nombre de la charla en la que el pasado 14 de octubre, la organización Mujer10 expuso aquellos aspectos de las nuevas masculinidades que no salen a flote en la cotidianidad y que, a su vez, afecta emocionalmente a hombres y mujeres en su entorno.
El invitado principal fue Francis Royet, psicoterapeuta y co-creador del Colectivo de Hombres “Manes a la Obra”, quien contó que la vida emocional de los hombres y su forma de relacionarse cambió y esto se ve reflejado durante la pandemia en la que se generaron problemas al interior del hogar. “Nosotros no tenemos una buena relación con nuestro mundo emocional, no sabemos gestionar nuestras propias emociones porque todo a girado entorno a nosotros”, dijo el psicólogo.
Miedos más comunes de los hombres
Royet explicó que el mundo emocional del hombre está influenciado por los retos de conciencia de liberación afectiva, y a través de sus investigaciones ha encontrado tres debilidades psicológicas: miedo al miedo, miedo a estar afectivamente solos y el miedo al fracaso.
Por lo anterior, expresó que hay muchos hombres que se colocan máscaras y reprimen lo que sienten hacia su pareja, y lo hacen para no mostrar debilidades, ya que el valor de la dominancia es un principio rector en toda su evolución y necesitan ser exitosos, así como la mujer se preocupa por la belleza.
También contó que el primer grupo de hombres con el que trabajó eran amigos y salían, pero nunca hablaban de ellos, ni de sus hijos, parejas, interacciones, vida laboral, etc, y por eso siempre enfatiza en la importancia de reconocer que todos tienen una serie de temores, pese a que desde niños les enseñaron a que era prohibido expresar lo que sienten para no demostrar inseguridad y debilidad.
“La masculinidad la construimos con la familia, en la escuela y en el mundo laboral, la construcción del ser hombre no viene dada desde la naturaleza, sino que se da en un proceso de desarrollo”, afirmó Royet.
¿Para qué sirven los colectivos masculinos?
El psicólogo aseguró que al hablar entre hombres en “círculos de palabra” se tocan temas de relación entre hombres, con su energía masculina, con la mujer, con el dinero, la sexualidad, el despertar del hombre y más de 10 temas distintos para trabajar la masculinidad desde diferentes enfoques.
“Normalmente los hombres nos reunimos para hablar de deportes, sexo o política, pero muchas veces de la vida emocional nuestra no lo conversamos”, añadió Royet.
En ese sentido, explicó que durante las charlas invita a los hombres a replantearse la forma en que son, cómo se expresan en esta nueva normalidad y realiza ejercicios de introspección para explorarse y que ellos entiendan qué tipo de ser representan, así como sus potencialidades, debilidades, desajustes y fortalezas para redefinirlas, mostrarlas y expresarlas de manera distinta.
Por lo tanto en los colectivos masculinos se tienen en cuenta tres aspectos importantes para reconocer ese mundo emocional de cada uno de ellos: contexto cultural de crianza, cómo se construyo él y cómo construyó su identidad como hombre. “Debemos reivindicar nuestra libertad emocional, pero que nuestra esencia siga siendo la misma”, agregó.
¿Cómo pueden apoyar las mujeres a los hombres?
Royet recomendó a las mujeres a no sucumbir ante el machismo, rechazar cualquier tipo de violencia y revisar qué están proyectando de sí mismas para dejar de conocer hombres engañosos, abusivos y desleales. “Hay mujeres que se acostumbran a eso y dicen ‘yo soy feliz con un hombre que me trate duro'”, afirmó el psicólogo.
Así mismo, expresó que la pregunta más común de las mujeres es: ¿Qué es lo que los hombres esperan de ellas?, pero esa es una pregunta difícil porque depende de la personalidad de cada uno, por ejemplo hay hombres que van más allá de lo físico, buscan una mujer de relaciones sanas, que cuide sí misma, que tenga una comunicación asertiva y que tenga conexión con ellos “desde la mujer y no desde la mamá”.
Adicionalmente, recomendó una actividad en pareja para que las mujeres puedan entenderlos y llegarles con amor y con gratitud. Lo primero es que escriban qué tipo de hombre y mujer son, cómo los construyó su familia y cómo actúan frente a sus defectos y virtudes, después deben sentarse con ellos frente a frente por 5 minutos mirándose a los ojos sin decirse nada, muy cerca y compartir lo que vieron del otro.