Hace 21 años se inició la Asamblea Permanente de Concertación de los Pueblos Indígenas. Dos décadas y un año.
Sus justas peticiones siguen sobre la mesa y el gobierno, en términos generales, mirando para otro lado.
Espacio de Opinión asistió ayer al evento realizado en el Hotel Gran Parque en el centro de la ciudad.
Debo decir que me llamó la atención de manera satisfactoria el alto número de participantes: indígenas de distintos pueblos nativos, provenientes de diferentes regiones del país. Con la presencia de delegados gubernamentales, el evento fue instalado por el ministro de gobierno, Juan Fernando Cristo y contó con la presencia permanente de su viceministro, Luis Ernesto Gómez Londoño.
Para éste espacio radial, conversamos con tres líderes: Álvaro Piranga, Consejero de Sistemas de Investigación, Información y Comunicaciones de la Organización Nacional Indígena (Onic) -y tío del egresado de Uniminuto Milton Piranga-; Aida Quilcué, líder, activista, exgobernadora del Consejo Regional Indígena del Cauca (Cric), y Silsa Arias, Asesora de Comunicaciones de la Onic.
Un diálogo que permite entender el sentido de la reunión extraordinaria. Una conversación que recuerda cómo se iniciaron las primeras protestas indígenas, cómo la movilización social sigue siendo un propósito importante, y de qué manera la paz, en el sentido amplio de la palabra, sigue siendo la esencia de los pueblos nativos.
Pero también, llamados de atención a cómo el actual proceso de paz y el desalojo por parte de las Farc a sus antiguos territorios, siguen en el olvido para el gobierno y el Estado, facilitando que otros actores armados ilegales, tomen posesión de ellos.
Y denunciando también, el número de indígenas que se encuentran secuestrados o desaparecidos en este momento, ante la que pareciera ser indiferencia estatal.
Los pueblos indígenas sin embargo siguen saltando obstáculos e insistiendo en el cumplimiento cabal y completo de todos sus derechos.