La palabra como tal “meme” se dio a conocer en el siglo pasado, más exactamente en el año 1976 por parte del zoologo Richard Dawkins a través de su libro “El Gen Egoista”.
Dawkins en su obra literaria comparó los genes humanos con la cultura y planteaba que al igual de los genes, los memes son unidades de transmisión de información que se propagan más allá de nuestras capacidades y que nos ha permitido evolucionar como especie al pasar conocimiento de una generación a otra, concluyendo que un “meme” es una unidad de imitación.
Investigando sobre este tema también se encuentra que la periodista española, Delia Rodríguez habla sobre los “memes” en su libro “Memecracia Los virales que nos gobiernan”, calificando esta nueva tendencia como ideas que saltan de mente en mente.
Los llamados “memes” se vuelven cada vez más populares y utilizados entre la gente a través de las redes sociales y una de sus características principales es que el origen y autoría de los mismos es difícil de averiguar y rastrear, lo cual lo hace, para algunos, más atractivo y pero esa es precisamente una de las características de los memes, que son prácticamente imposibles de rastrear su fuente original y autoría.
Los “memes” bien utilizados, con contenido corto (el menor número posible de palabras y signos), corto, concreto y acompañado de una imagen, fotografia o ilustración puede tener un alcance bastante amplio para ser difundido y compartido por muchas plataformas y redes sociales. Ojo, el “meme” mal construido y con fines destructivos puede generar chismes, mala comunicación y hasta puede ser usado en contra del mismo autor.
Según la red social de Twitter el primer “meme” dado a conocer fue este:
Estos son algunos de los memes más populares que se han hecho virales a través de las redes sociales: