“Nunca olvidemos que el verdadero poder es el servicio”. Hace once años, en la misa de inauguración de su ministerio petrino, el Papa Francisco pronunciaba esta frase que luego se convertiría en un leitmotiv de su Pontificado. En la fiesta de san José, patrono de la Iglesia universal, ya se podían entrever algunas líneas sobre su modo de concebir la misión que seis días antes le había sido confiada. Una tarea que comporta un poder, pero para el que se “debe entrar cada vez más en ese servicio que tiene su culmen luminoso en la cruz”.
Fuente: Vaticano