Ni siquiera Stephen King, el autor insignia de los relatos de terror describiría tan macabras letras: “Tú no has querido entender que no te queremos en Montes de María. Vas a ser la próxima líder asesinada. Te vamos hacer igual o peor que María del Pilar. Eres una guerrillera, sabemos todo sobre ti. Todo lo que haces, tus reuniones con mujeres, eres una líder fuerte, te vamos a matar, la orden es desaparecerte, te hemos declarado objetivo militar”. La carta apareció el pasado 1 de julio en la puerta de su casa y encendió nuevamente las alarmas sobre el complicado ambiente que vive Córdoba y el resto del país. El panorama de Colombia, infundado por el lema de los paramilitares: Plomo por sapo.
A ellos no les tiembla las manos para tachar a cualquiera de guerrillero por pensar o simplemente hacer lo que le corresponde al presidente: inspirar y liderar en momentos difíciles.
“La operación muerte a los sapos” como la han titulado las mismas autodefensas a todos los que se incorporan a los programas de restitución de tierras, el cual, hacía parte Manuel Gregorio, campesino del Palmar, Córdoba, asesinado por firmar el acuerdo general de restitución de cultivos. En esa misma zona, María del Pilar fue asesinada al frente de su hijo por denunciar las casas de pique. Yirley Velasco es amenazada por defender la restitución de tierras y la lucha de los derechos humanos.
Según Camilo González Posso, presidente de IndePaz: “hay indicios de rebrote paramilitar” así lo confirmó en una entrevista con el Espectador. El brote paramilitar, se debe a: “dentro de entidades del Estado y la Fuerza Pública, hay gente que quiere volver a esquemas de seguridad que incluye a miles de civiles subordinados como agentes de inteligencia; se han lanzado alertas sobre el peligro de arreglos con grupos criminales para lograr efectividad en la en la neutralidad de los objetivos de alto valor” aseguró Posso.
Yirley Velasco despejó mis dudas y desnudo lo que es muy poco conocido, la situación en la que se encuentra los líderes sociales. En apuros pudo conseguir donde quedarse, ella misma afirma: “Es imposible vivir en el Salado y menos cuando ya estoy en la mira”. También me dijo que no quería que los medios conocieran su situación, esto se debe que solo se forma un festival mediático, pero de ahí a que se solucioné algo es muy difícil sin el compromiso del Estado. La información se dio a conocer, pero sin su consentimiento: “yo informé de la carta al coordinador regional de víctimas del Salado y de ahí se filtro la información” aseguró cuando nos pusimos en contacto. Al contarme esto le dije ¿no es mejor qué el país se enteré de lo que está pasando? A lo que ella respondió Sí, pero al ver que no pasado nada por parte de las entidades y que los paramilitares son los que mandan en la región, no saben si callar o pensar dos veces las a quién se le dicen las cosas.
Yirley realizó las denuncias y la alcaldía tiene conocimiento del tema, hasta la fecha no le han dado una respuesta. También es objetivo por las respectivas alertas que genera su organización social, conformada por un grupo de 120 mujeres de municipios aledaños víctimas de violencia sexual y el conflicto armado.
Las denuncias comprometen a miembros de todos los ámbitos, desde empresarios, que son vinculados al desplazamiento forzado, terratenientes y miembros de grupos subversivos. Además, no cuenta con esquema de seguridad, su única protección es un chaleco y un celular. No tan solo tuvo que huir, apartarse de sus hijos, su madre y estar prácticamente sola, desprotegida; también le hacen inteligencia.
En cualquier sitio que se encuentre recibe llamadas intimidantes. Lo reveló en anteriores ocasiones, así fue la semana pasada: “Estuve en un evento con el procurador en Cartagena, sobre derechos humanos. Al salir recibí una llamada, contesté y me respondieron, sabemos donde se encuentra perra hijueputa” me describía los hechos mientras su voz se entre cortaba.
Su situación empeora cada día más, con entidades débiles y con muchos entes del Estado comprometidos en casos de corrupción. Los ‘paras’ saben la importancia de ellos en las regiones, es por eso, que son un obstáculo, son ellos los que denuncian, organizan a la población y eso les disgusta, estos grupos se están disputando el control de los territorios para el mercado de las drogas. Aquí lo que les asusta es la verdad, a ellos y ha muchos más.
Periodista: Oscar Franco