Por: Jorge Fidel Gonzalez, Zuli Geraldine Cortés, Danna Valentina Martinez y Michell Katherine Alvis
La llegada de los migrantes venezolanos empezó desde la crisis económica, política y social que afronta su país, estos se han encargado de distribuirse por todo el mundo, sin embargo, Colombia ha sido su foco principal desde el año 2015, debido a esto el país andino es el que tiene más migrantes de la patria bolivariana, se estima que en estarían radicados cerca de 1 millón 765 mil venezolanos, según Migración Colombia.
Los venezolanos al no encontrar oportunidades en su país han tenido que llegar a Colombia de manera legal e ilegal. Según cifras de 2019 del DANE, los migrantes del vecino país superan los 1,6 millones de personas, lo que corresponde al 3,4% de los 48,2 millones de habitantes del país de los dos mares.
La economía de trabajadores independientes colombianos disminuye
Aunque para muchos venezolanos el emigrar a Colombia ha sido un beneficio para su economía, los ciudadanos del país andino, por el contrario, han sufrido las consecuencias de la llegada de estos inmigrantes frente a temas laborales. Cabe recalcar que los más afectados son aquellos civiles que son independientes en su trabajo. Además, entre 2019-2020 se ha observado que entre 500 mil y 900 mil venezolanos están en busca de trabajo, según la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF). Así mismo se registra que el 50% son contratados, lo que provoca un aumento de desempleo de 16,8% (tasa actual), según el DANE.
“Yo llevo más de 30 años trabajando en el tema de la construcción y remodelación de inmuebles, me he dado a conocer por la calidad de trabajos que entrego, desde pequeño soy muy perfeccionista. Además, siempre me interesó el diseño de interiores, me iba muy bien hasta que me di cuenta de que prefieren contratar extranjeros por el precio tan bajo que cobran, mas no por la calidad de trabajo que entregan”. De esta manera se expresa por la llegada de los migrantes venezolanos al país Miguel Ángel Martínez, un contratista independiente colombiano.
Por lo general, conseguir trabajo en Colombia es difícil, y para muchos colombianos es más factible ser independiente y emprender por mérito propio, ya que, según información del DANE, a un ciudadano le cuesta alrededor de 5 meses conseguir empleo. Sin embargo, la situación cada vez se pone más complicada, hasta el punto de que los trabajadores con sus propios negocios y empresas duran meses sin trabajo.
“Anteriormente tenía una sostenibilidad económica bastante fiable, gracias a mi trabajo. De hecho, a las personas les parecía adecuado el precio por el trabajo que les entregaba, de un tiempo para acá empezó a disminuir el trabajo, me di a la tarea de saber el por qué y pude ver que estos ciudadanos venezolanos cobraban la mitad de lo que usualmente valían los trabajos, pero no los entregaban muy bien hechos” comenta Miguel Ángel.
De hecho, después que algunos venezolanos decidieron devolverse a su país natal, debido a la Covid-19, el trabajo mejoró un poco por aproximadamente un mes, sin embargo, dice Miguel: “Yo estaba un poco tranquilo ya que la mayoría se había ido, pero en este momento me doy cuenta de que se fue uno y regresaron tres, estoy seguro que la situación se pondrá más complicada”.
Según cifras del DANE, para agosto en Colombia la tasa de desempleo representó un 16,8% a nivel nacional, esto significó un aumento de 6,0 puntos en comparación con las cifras obtenidas el mismo mes del año 2019 (10,8%). Un estudio realizado por la Universidad Externado de Colombia acerca del panorama laboral de los migrantes venezolanos concluye que en la actualidad solo el 25% tiene un contrato de trabajo y el 75% trabaja en la informalidad, cerca de 50 horas semanales, en comparación con el horario común de los colombianos que son en promedio 44 horas semanales. Este estudio menciona sobre el trabajador venezolano que “Si es independiente, recibe 12% menos que un trabajador colombiano, y si es asalariado le pagan 10% por debajo de lo que gana un nacional”.
Los sectores de empleo donde más están presentes los migrantes del vecino país, de acuerdo con el estudio, son comercio y construcción: “Las cifras pasaron de 31,2% en 2014-2015 a 46,3% de los ocupados totales entre 2018 y 2019 (comercio) y de 5,9% a 11,3% (construcción)”. Por lo tanto, el desempleo generado por la covid-19 más el aumento de mano de obra barata venezolana auguran un futuro poco alentador para los trabajadores colombianos.
Un rumbo diferente
Los migrantes envían dinero a sus parientes en Venezuela, como es el caso de Keinny, una ciudadana venezolana proveniente de la ciudad de Caracas que llegó en 2017 y quien le pasa mensualmente dinero a su familia en el vecino país donde dejó a su hijo pequeño con su progenitora. Como el dinero que ganaba en su país no le alcanzaba para sufragar los gastos de su familia, viajó de forma ilegal pasando la frontera por una trocha que comunica al departamento de Norte de Santander con el estado de Táchira en Venezuela y llegó Bogotá donde obtuvo trabajo como manicurista, después de un tiempo se estableció sentimentalmente con un ciudadano colombiano, con quien tiene una hija de dos años. Actualmente ella trabaja en un negocio que hace giros a Venezuela: “Gracias a mi Jehová Dios estoy bien económicamente, tengo un trabajo y estoy con mis papeles al día, tengo una familia aquí en este país”.
Pero este no es el caso de Schumacher Alexander, un ciudadano venezolano proveniente de la ciudad de Zulia. Su situación económica se vio afectada por causa de la separación de sus padres en 2017, donde cada uno tomó un rumbo distinto quedando a cargo de su madre junto con sus hermanas, ella trabajaba como empleada doméstica y en ese mismo año quedó sin trabajo por la crisis social y política que afrontaba su país; debido a esto su madre decidió dejarlos con su abuela materna, mientras esta mujer empacó maletas para llegar a Colombia en busca de un mejor futuro para su familia.
A principios de 2019, Schumacher de 17 años, en compañía de sus dos hermanas de 11 y 20 años, llegaron a Colombia por vía terrestre saliendo por la frontera con Maicao que queda cerca de su ciudad natal Cabima, llegaron a su destino por medio de los buses de servicio de viaje. Como ciudadano venezolano migrante tuvo bastantes problemas para llegar a reunirse con su madre, empezando porque era menor de edad y no tenía a su representante legal para tramitar el pasaporte.
Su mamá, quien ya contaba con un trabajo estable como camarera en un hotel de la ciudad de Bogotá D. C, tuvo que acudir a la ayuda de un amigo teniente del Ejército para que le dejara pasar a sus hijos sin ningún problema. Esto quiere decir que en ningún momento ellos entraron legales a Colombia y hoy en día Keinny es la única con la documentación al día.
Por otro lado, Schumacher, antes de llegar a Colombia, había tomado un pequeño curso de barbería como hobbie, pero nunca pensó que ya estando en Bogotá D.C, se iba a volver su profesión.
La crisis por la cual está pasando el mundo a causa de la pandemia afectó la economía de la familia en Colombia, al punto de dejar sin trabajo a Keinny y a su hija mayor. Gracias a que la madre del hogar conoció en 2018 a un señor proveniente de Venezuela que trabaja como independiente arreglando electrodomésticos, medianamente pudieron sobrevivir.
En este momento gracias al plan piloto de la apertura del comercio en Colombia, Schumacher se encuentra laborando en una barbería de la localidad de Fontibón donde vive con su familia. Por otro parte, su mamá siguió trabajando en el mismo hotel como camarera, aunque ambos tienen miedo de que el país regrese a total confinamiento, y nuevamente se vea afectada su economía.