La crisis de basuras de la capital continúa este lunes y son distantes las versiones que circulan acerca de las responsabilidades de quienes generaron estos traumatismos.
Hay quienes argumentan que la responsabilidad recae sobre la actual administración y su aparente deseo de dejar sin trabajo a más de 3 mil personas.
Otros indican que lo que vive la ciudad es el resultado del no asumir la responsabilidad en el tema, que desde administraciones pasadas se le ha hecho “el quite”.
Más allá de quién tenga la verdad absoluta, lo cierto es que la situación se salió de control y pese a que se tomaron medidas para la recolección de residuos, faltan varias horas y quizá días, para encontrar la normalidad en la prestación del servicio público.
En Aquí y ahora de UNIMINUTO Radio se consultó a uno de las fuentes sindicales de la empresa Aguas de Bogotá. Se trata de Elsa Peña, presidente de uno de los sindicatos más grandes. En estos micrófonos la sindicalista fue contundente al afirmar que “efectivamente hay derechos vulnerados, pero que serán las instancias judiciales las que los reivindiquen”. “No compartimos las acciones de hecho para llamar la atención (…) por eso hay división entre los sindicatos”, afirmó Peña.
De acuerdo con Peña, el sabotaje a camiones de la empresa si ocurrió, es decir, si fue perpetrado por un segmento de trabajadores “pero más de la mitad de los mismos trabajarán hasta el 11 de febrero porque tienen un deber con la ciudad”.
¿Qué es lo reclaman los trabajadores?
Se pudo establecer, con Peña y otros sindicalistas que pidieron no revelar sus nombres, que las vías de hecho las tomaron como medida de presión para que el Distrito actúe. “Por ejemplo, hace cinco años algunos conductores fueron contratados por Aguas de Bogotá con un salario de un millón 200 mil y hoy cinco años después, las empresas privadas que asumirán la recolección, los contratarán con un salario de un millón 100 mil”, afirmó la presidente del sindicato.
Sin duda, esa explicación que da Peña es tan solo una de las múltiples quejas de los trabajadores, aún así, su sindicato rechaza categóricamente la violencia con la que actuaron algunos de sus compañeros, por eso su apuesta está orientada a la concertación y el diálogo, y también a la lucha por mantener la empresa viva. “Aguas de Bogotá es una empresa que maneja distintos proyectos. La empresa no se acaba, en el último año generó utilidades y tiene otros proyectos distintos a los de recolección de basuras (…) Que sea el acueducto el que garantice nuestro trabajo”, puntualizó.