María Victoria plasmó su vida en un libro “La violencia de puertas para adentro”, en el cual buscó refugio para desahogar los episodios que le carcomían su vida y llevar un mensaje a las victimas que han enfrentado, igual que ella estas tragedias de puertas hacia adentro. Sin embargo, fue difícil para ella construir la historia debido a que aún habían secuelas que no le permitían hacer el relato, por lo que tuvo que reescribirlo varias veces.
Además de su obra dialogó sobre su profesión y afirmó que las personas que estudian para ser abogados salen con ilusiones muy altas y se estrellan con barreras.
La Ley en Colombia parece que sigue encubriendo al victimario de lo que hace y por ello, se repiten constantemente estos actos hacia los niños y mujeres, incluso hombre y adultos mayores.”Existen leyes que protegen a las victimas, pero cuando ellas se enfrenta a la institucionalidad son maltratadas y revictimizadas”, afirmó.
Para Zambrano existen dos problemáticas con respecto a la justicia. Primero, algunos funcionarios llevan muchos casos y esto hace que se demore “no tiene como responde los casos que llevan de las victimas que demandan justicia’. Por otro lado, hay funcionarios que desconocen, tiene prejuicios, generalizan y tiene calificativos frente al tema como ‘‘la niñez es una generación que miente, se lo merece, por ignorantes, se lo buscó, sin conocer los efectos y los problemas psicológicos”.
En su proceso de sanación buscó apoyo por especialistas en el tema, red de protección en su familia que confiaron y la apoyaron. Una parte clave fue su relación con Dios, la espiritualidad. “para mi Dios fue una luz muy importante en el proceso de recuperación” afirmó Zambrano, la invitada en “El último café”, con la conducción de Carlos Cantor.