Desde el principio, la humanidad siempre ha tenido la ilusión de encontrar una fuente de vida eterna o por lo menos una cura para todos los males que los aquejan, hoy la ciencia se acerca cada vez más hacia una solución genética que puede regenerar los telómeros y a su vez retrasar el envejecimiento celular.
La doctora Lilibeth Gutiérrez, educadora experiencial de la Universidad Tecnológica Latinoamericana en Línea (UTEL), afirmó durante una charla virtual que para tener una vida más longeva se deben mejorar los hábitos de la vida cotidiana, debido a que las emociones influyen en el desgastamiento de los telómeros, claves para determinar nuestra expectativa de vida biológica. “De acuerdo a como nosotros seamos capaces de asumir lo que vivimos, podemos alargar nuestros años de vida”, aseguró la doctora.
¿Qué son los telómeros?
Están ubicados en los extremos de los cromosomas y se encargan de regular su estabilidad estructural en las células eucariotas, así como la división celular y el tiempo de vida de las estirpes celulares, pero principalmente protegen de cualquier daño a las cadenas de ADN, donde se encuentra toda nuestra información genética.
Las células tienen en el núcleo una serie de cromosomas y cada vez que las células se dividen los telómeros se van acortando, reduciendo el tiempo de vida y aumentando la probabilidad de padecer otras enfermedades, especialmente si el tamaño se reduce tanto como para inestabilizar los cromosomas, lo que genera errores en el ADN y mutaciones genéticas.
Gutiérrez explicó que todas las personas nacen con los telómeros largos, pero hay factores como el estrés, conflicto, crisis, falta de descanso, enfermedades crónicas, fumar, obesidad, bebidas azucaradas, sedentarismo, contaminación, entre otros, que contribuyen a la reducción de los telómeros y aceleran el envejecimiento en las personas.
La enzima de la eterna juventud
En el año 2009 los especialistas en biología molecular y genética, Elizabeth H. Blackburn, Carol W. Greider y Jack W. Szostak recibieron el Premio Nobel de Medicina y Fisiología por el descubrimiento de cómo los cromosomas son protegidos por los telómeros y por la enzima telomerasa.
La telomerasa es una enzima que se encarga de regenerar los telómeros y evita que se acorten demasiado, esta enzima se produce naturalmente durante la etapa de formación del feto y se deja de producir en la mayoría de los órganos cuando nacemos.
La baja producción de telomerasa reduce el tiempo de vida, pero el exceso produce células cancerígenas las cuales, a través de mutaciones, tienen una cantidad infinita de telomerasa, causando la muerte de cientos de pacientes de cáncer.
Ante esto, el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), en cabeza de las biólogas moleculares María Blasco y Fátima Bosch, lograron activar la telomerasa en ratones adultos al bloquear su telomerasa en células con indice anormal de división, desde entonces el pasado diciembre se empezó a trabajar en fármacos para evitar el desarrollo del cáncer y tratar patologías relacionadas con el envejecimiento.
“Estamos muy ilusionadas con la posibilidad de que Telomere Therapeutics (empresa) pueda llevar a la clínica nuestros estudios, y que el potencial de la terapia génica llegue a pacientes de enfermedades de mayor prevalencia como la fibrosis pulmonar”, afirmó Bosch al periódico El País durante una entrevista el pasado diciembre.
Las emociones y los telómeros
Gutiérrez cuenta que las personas tienen la capacidad de influir en su capacidad genética al mantener una actitud positiva porque ante estas sensaciones, el cerebro tiene una reacción bioquímica distinta que permite buscar soluciones, planear mejor la vida y tomar mejores decisiones que a la larga influyen en la calidad de vida.
“El optimismo, la felicidad y la ilusión hacen que los telómeros puedan alargarse y cuando eso es así entramos en epigenética, es decir, que nuestras experiencias son capaces de influir en nuestros genes”, dijo la doctora.
Adicionalmente, Gutiérrez aseguró que a pesar de que durante el 2020 hubo situaciones que afectaron aspectos económicos y sociales claves para el desarrollo de la humanidad, es posible ser optimista y encontrar en la gratitud una sensación de emoción y satisfacción.
En ese sentido, recomienda hacer ejercicio, cuidar su alimentación, realizar sesiones de meditación y contar con apoyo social para dejar atrás toda aquella negatividad que replican los medios y la sociedad, ya que esto produce que los telómeros se acorten y este problema se pase a las demás generaciones.
Un ejemplo de esto son los hijos de madres con depresión o los hijos de madres fumadoras, quienes también nacen con los telómeros cortos, pero también es posible alargar los telómeros al alimentar a los bebes con leche materna durante las primeras 4-6 semanas de vida.