Desde que el Ministerio de Hacienda reguló y legalizó las apuestas deportivas en Colombia (2016), los casinos han recibido grandes sumas de dinero a raíz de esa práctica de entretenimiento; el negocio ha sido tan lucrativo para las casas de apuestas que, incluso una de ellas, es hoy el principal patrocinador del Fútbol Profesional Colombiano (FPC) y de la Federación Colombiana de Fútbol (FCF).
Por un tiempo el fútbol local estuvo asociado a empresas tabacaleras y licoreras, pero tras el endurecimiento de la Ley Antitabaco que aprobó el Senado en 2009, la financiación del deporte rey tuvo que buscar nuevos horizontes. Desde entonces, por ejemplo, esa prohibición impide que marcas de cigarrillos patrocinen eventos deportivos y culturales.
Tras la salida de Protabaco como financiador, llegó Postobón y más tarde Bavaria, el primero porque producía adicción al cigarrillo, el segundo fue denunciado por sus bebidas con alto contenido de azúcar y el tecero por su producción de bebidas alcohólicas.
Tal parece que el fútbol solo es financiable con aquello que podría volverse, más tarde, en un problema de salud pública, por ejemplo cáncer de pulmón, en el caso de los cigarrillos; obesidad, en el caso de las gaseosas; alcoholismo, en el caso de la cerveza; y ludopatía, en el caso de las apuestas.
Las apuestas podrían incidir en los comportamientos de niños que siguen el fútbol
Este medio de comunicación tiene interés sobre ese particular, en especial cuando se trata de niños y niñas que siguen el fútbol y de paso los mensajes en la cosmovisión deportiva. Sin distinción de edad, los aficionados son espectadores, oyentes, consumidores y prosumidores de ese universo llamado fútbol. Si un futbolista o el mismo deporte se asocia con prácticas saludables que contienen mensajes positivos, los menores asociarán ese mensaje de manera positiva.
El tema ahora tiene que ver con las apuestas. Esas compañías hacen una constante inversión publicitaria en medios de comunicación y redes sociales del país, que replican el mensaje con la invitación al apostador.
¿Qué opina un experto?
Viviana Quintero, psicóloga especialista en Protección Infantil e integrante de la Red Papaz, explica que las estrategias publicitarias que usan las empresas para atraer clientes, podrían generar en un niño o adolescente, cambios comportamentales y actitudinales que les incitan su ingreso al mundo de las apuestas.
Poner a un jugador como anzuelo, bonos de bienvenida sin costo o sesiones de juego gratuita, se podrían entender como artimañas de influencia y atracción para captar nuevos clientes. Según ella, las empresas de apuestas no han tenido en cuenta que la publicidad realizada puede verla niños y jóvenes.
La psicóloga agrega también que los niños que ingresan a apostar, “visualizan las apuestas como un espacio fácil de hacer dinero, empiezan a guardar secretos y pedir dinero prestado constantemente, niegan cualquier pregunta que realice el padre de familia, además generan comportamientos de bipolaridad acompañados de patrones alterados de sueño”.
Quintero dice que si un joven es diagnosticado con ‘Ludopatía infantil’, se debe tratar únicamente con un profesional especializado en el tema, y este se encargará de realizar una serie de evaluaciones y tratamientos psicólogos al paciente, quienes tendrán como objetivo bajar los niveles de ansiedad y estrés del joven diagnosticado.
El experimento que hicimos
Consultamos en internet cuántas casas de apuestas están autorizadas en el país por Coljuegos, y encontramos 17. Hicimos el experimento de corroborar qué acciones de seguridad (al menos en 9 portales web) existen para evitar que un menor de edad acceda a los servicios. Este fue el resultado.
- Todas piden un registro de inicial si desea apostar. La mayoría cumple con la Ley 1581 de 2012 (Ley Protección de Datos Personales), que obliga al jugador a depositar sus datos y número de identificación en un formulario definido por el casino. También, se destaca que todas las casas presentan el sello Coljuegos que los autoriza como casas de apuestas legales.
- Todas las casas de apuestas ofrecen “bonos de bienvenida” por un valor determinado al momento de finalizar el registro en la página web.
- Una sola página web es rigurosa. Al momento de registrarse es la única que exige foto del documento de identidad como medida de verificación de los datos depositados en el formulario. Esta casa de apuestas exige una declaración que establezca el origen lícito del dinero.
- Solo hay una casa de apuestas menos rigurosa en comparación de otras, el tiempo total de registro es inferior a las demás. No piden foto del documento de identidad, omiten solicitud de datos personales como dirección de residencia y número telefónico, dando posibilidad a que se suplante la identidad de un mayor de edad con facilidad.
- Cinco páginas de apuestas poseen una “pestaña de ludopatía”, en la que se explica al jugador sobre los riesgos y peligros que se expone al apostar de manera constante.
Conclusión: es muy fácil que un niño se inicie como apostador de deportes, haciéndose pasar por adulto.