Ante el racionamiento de agua en Bogotá y el bajo nivel de los embalses, expertos y autoridades han emitido una serie de recomendaciones para que los ciudadanos ahorren agua y contribuyan a mitigar la crisis hídrica que enfrenta la capital. Estas medidas van desde cambios en el comportamiento diario hasta prácticas más conscientes en el hogar y el trabajo.
Debido al Fenómeno del Niño, el nivel de los embalses en Colombia ha bajado de manera alarmante. La escasez de agua en Colombia se torna crítica a medida que los embalses muestran bajos niveles en diversas regiones del país. Con corte al 11 de abril, en el oriente se presenta una de las realidades más preocupantes: el Embalse del Guavio, vital para la generación de energía en el país, muestra un nivel de apenas 10,03%, el de menor capacidad en la zona.
Otros embalses en la región oriental como Esmeralda y Chuza presentan niveles igualmente bajos, con un 13,11% y un 15,91% respectivamente. Esta situación pone en riesgo el suministro de energía en la región y, por ende, en todo el país, ya que estas represas son responsables de una parte significativa de la generación eléctrica nacional.
En Antioquia, la situación no es menos preocupante. Con un nivel promedio del 29,88% en sus 10 embalses, la región enfrenta dificultades significativas en el suministro de agua y energía. Embalses como San Lorenzo, Punchina y Miraflores muestran niveles que amenazan el abastecimiento de agua y la generación de energía en la región.
En regiones como Caldas y Valle del Cauca, los embalses también muestran niveles preocupantes, con un 30,66% y un 32,08% respectivamente. Destaca el embalse de Alto Anchicaya en el Valle del Cauca, con apenas un 3,9% de su capacidad, que representa una situación crítica para el suministro de agua en la región.
El centro del país no escapa a esta realidad, con embalses como Topocoro, Prado y El Quimbo con niveles en promedio por debajo del 20%, lo que plantea desafíos importantes en el suministro de energía y agua en la región.
En Bogotá, la situación es igual de alarmante. El sistema de embalses de Chingaza, que abastece el 70% del agua de la ciudad, registra un histórico 15,87% de su capacidad, lo que ha llevado a la implementación de medidas de racionamiento de agua por zonas en la capital. A pesar de estas medidas, el nivel de los embalses sigue descendiendo, lo que genera preocupación entre las autoridades y la población.
Ante esta situación, es obligatorio tomar medidas urgentes para preservar nuestros recursos hídricos y energéticos, así como adoptar prácticas de consumo responsable para mitigar los efectos de esta crisis.
El ingeniero hidráulico Andrés Gómez, de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB), recomienda que la población adopte hábitos de consumo responsable, como cerrar el grifo mientras se cepillan los dientes o se enjabonan las manos, y reparar cualquier fuga o goteo en las instalaciones hidráulicas de los hogares.
Por su parte, la directora de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), Claudia Díaz, enfatiza la importancia de utilizar tecnologías más eficientes en el uso del agua, como sistemas de riego por goteo en jardines y cultivos, y la instalación de dispositivos ahorradores en grifos y duchas.
El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM) insta a la población a reducir el consumo de agua en actividades cotidianas, como lavado de vehículos, y a reutilizar el agua en la medida de lo posible, por ejemplo, utilizando el agua de enjuague de la lavadora para regar las plantas.
Ante esta situación, la administración distrital ha emitido una medida de prevención para evitar que se acabe la oferta de agua, lo que ocurrirá en menos de cincuenta días si el consumo continúa según el ritmo habitual.
Con el objetivo de mitigar la crisis hídrica, desde la semana pasada tiene lugar un plan de racionamiento de agua. A pesar de los cinco días transcurridos desde el inicio de esta medida, el nivel de los embalses del Sistema Chingaza (San Rafael y Chuza), que proveen el 70% del agua potable de Bogotá, sigue descendiendo: están a 15,78%. En este contexto, la restricción del consumo se vuelve cada vez más necesaria. La Alcaldía ha habilitado sus redes sociales, la línea telefónica 116 y el correo electrónico juntosporelagua@gobiernobogota.gov.co para que los ciudadanos denuncien el desperdicio de agua por parte de otros ciudadanos o comercios.
“Realizaremos recorridos todos los días. Los infractores deberán pagar multas que van desde los 700.000 pesos hasta 1′200.000 pesos en caso de reincidencia”, señaló Carlos Fernando Galán, alcalde de Bogotá. Según el Acueducto de Bogotá, estas medidas buscan lograr un ahorro de hasta dos metros cúbicos por segundo. De acuerdo con datos de la entidad, el consumo diario de agua en la ciudad disminuyó a 17,39 metros cúbicos por segundo.
Recomendaciones del Acueducto de Bogotá:
No acumular agua durante los turnos de racionamiento. Evitar el desperdicio.
Reutilizar el agua de la lavadora para descargar el sanitario.
Cerrar la llave de los lavamanos cuando nos enjabonamos las manos.
Lavarnos los dientes con un vaso de agua.
Disminuir al máximo el periodo de riego de jardines.
No lavar el carro con manguera, usar trapo y balde con agua.
Para Leonardo Donado, coordinador del Laboratorio de Hidráulica de la Universidad Nacional, bajar dos metros cúbicos por segundo el consumo no es un desafío mayor, que apenas corresponde al 11% del consumo total de la ciudad.
Aunque reducir el consumo es una medida que ya muestra progreso, lo cierto es que “la recuperación de los embalses depende totalmente de la lluvia, especialmente en el páramo”, explicó Donado.