Por: Marcela Gómez de la APC Soundterra para Datéate.
El parque Metropolitano Simón Bolívar fue el escenario del cierre de Rock al Parque, uno de los más icónicos y grandes festivales de Latinoamérica, que en su edición 27 contó con una asistencia masiva y diversa, que además fue el espacio de un encuentro intergeneracional, en el que hicieron presencia desde los más jóvenes hasta los más adultos.
Rock al Parque se ha convertido en un evento de enorme importancia, identidad y significado para las bandas con reconocimiento, para las bandas emergentes y para el público. Artistas como Makewear, Frailejón y Javier Alerta, entre muchos otros, concuerdan que este festival, más que un toque para darse a conocer, tiene un significado relacionado con las historias, el sentimiento de estar en un festival propio de Bogotá con cabida para todos, donde el respeto entre las culturas y estéticas estuvo presente, así como un espacio considerado como una cita entre amigos.
Podría hacerse una comparación frente al año pasado, donde la asistencia fue poca en relación con la de este año, una de las versiones de Rock al Parque que contó con mayor cantidad de público, amenizado por una mezcla diversa de géneros musicales cercanos al rock.
Este cierre tuvo en cada escenario artistas esperados como Aterciopelados con su álbum El Dorado en el escenario Plaza, Julieta Venegas que regresó después de 17 años a la tarima del Bio. Por su parte, en el escenario Eco se presentaban Los Árboles de Medellín, aunque al término de estas presentaciones los asistentes de estos dos escenarios se volcaron con euforia a la Plaza para recibir a los Auténticos Decadentes, grupo emblemático del rock argentino con casi 40 años de recorrido, que también ha interpretado ska y ritmos cumbieros de la Patagonia.
Fue una muy buena presentación que recogió clásicos del ska y del rock en español, y que se gozaron alrededor de 150.000 personas.