La arquitectura financiera mundial es anticuada, disfuncional e injusta, y ha fracasado en su misión de proporcionar una red de seguridad a los países en desarrollo, declaró el Secretario General en una Cumbre para un Nuevo Pacto Financiero Global.
António Guterres se dirigió a los delegados al comienzo de la reunión en París, que tiene por objeto encontrar soluciones financieras para luchar contra la pobreza, reducir las emisiones que calientan el planeta y proteger la naturaleza.
El Secretario General dijo que las instituciones financieras internacionales son actualmente demasiado pequeñas y limitadas para cumplir su mandato.
“Está claro que la arquitectura financiera internacional ha fracasado en su misión de proporcionar una red de seguridad mundial a los países en desarrollo. La razón es sencilla: como acaba de señalar Mia Mottley, esta arquitectura se construyó tras la Segunda Guerra Mundial. Con algunas adaptaciones, refleja el equilibrio de poder político y económico de la época”, enfatizó Guterres.
La primera ministra de Barbados, Mia Mottley, que ha emergido como una figura líder contra el cambio climático, sostuvo que la Cumbre marca un “momento de inflexión”.
“Pido que no nos vayamos de París sin entender que la ambición política que se necesita debe asegurar una transformación y no una reforma. Y que los que somos jefes de Gobierno y de Estado reconozcamos que el mundo no puede seguir bajo las sombras de un orden imperial que no ve a los países, no entiende a los países, no escucha a los países y, lo que es peor, no ve, entiende o escucha a la gente”.
Los fondos para hacer frente al cambio climático no benefician a los niños y las niñas, a pesar de ser los más afectados por la crisis climática según un nuevo informe de UNICEF y otras ONG.
Según el Índice de Riesgo Climático para la Infancia de UNICEF, más de mil millones de niños y niñas corren un riesgo extremadamente alto de sufrir los efectos de la crisis climática.
El estudio utilizó tres criterios para evaluar la financiación: abordar los riesgos que experimentan niños y niñas por la crisis climática, fortalecer la resiliencia de los servicios sociales críticos para la infancia y empoderarles como agentes de cambio.
La conclusión es que el gasto actual ignora casi por completo a los niños. De todo el dinero destinado por los fondos multilaterales a proyectos relacionados con el clima durante un periodo de 17 años hasta marzo de 2023, solo una pequeña parte (el 2,4%) cumplió los tres requisitos, lo que supuso únicamente 1200 millones de dólares.
Fuentte: ONU -Cumbre para un Nuevo Pacto Financiero Global.