El conocido fenómeno de pornografía, nació en Corea del Sur y eso se debe a que amantes por los inventos han desarrollado dispositivos que permiten grabar sin que la persona lo sepa.
La práctica conocida como “molka” se ha expandido por todo el mundo, vulnerando a miles de mujeres, especialmente con su intimidad. Se trata de esconder cámaras en diferentes lugares, normalmente en baños, vestieres y algunos en el transporte público, eso con el fin de subir los videos en páginas de pornografía.
En Seúl, la capital del país asiático, el suceso ha pasado a ser un problema de gran magnitud. Son aproximadamente 6.000 casos reportados en los últimos años, por lo que las autoridades están en búsqueda de las personas que se dedican a grabar estos videos.
Las autoridades manifiestan que la modalidad no es fácil de detectar, ya que los instrumentos son difíciles de encontrar y muy fáciles de instalar y desinstalar. De igual forma, aseguran que los uniformados se dedican casi a tiempo completo a evitar y detectar que alguien grabe videos.
La indignación ha sido tanta, que un grupo de mujeres en conjunto con clanes de inspección se están dedicando exclusivamente a revisar a diario los baños públicos, lo que ha llevado a descubrir que la “molka” pasó de 1.100 casos reportados a más de 6.600.
A raíz de este fenómeno, se produjo una marcha que es considerada la más numerosa que ha ocurrido en Corea del Sur, pues 22.0000 mujeres salieron a marchar y con actos simbólicos como cortarse el cabello y gritar “mi vida no es tu porno”, hicieron el llamado para que se respeten sus derechos.
¿Qué pasa con los autores del hecho?
Quiénes son cogidos en flagrancia tienen que hacer pago de una multa de $9000 dólares o cinco años de prisión. Y, aunque se considera una medida fuerte, según las autoridades no ha dado resultados, por lo que no se ha visto reducción en los casos.
¿Qué se está haciendo para evitar el “molka”?
La ley está obligando a los fabricantes de teléfonos en este país, a que las cámaras emitan un sonido específico cada vez que se hace una foto, esto con el fin de evitar el fenómeno.
El inconveniente que se ha presentado es que quienes graban las imágenes, están utilizando una aplicación para que los teléfonos no emitan ningún ruido, o, utilizan mini cámaras espía en relojes, llaves de coche y corbatas.
¿Qué hallazgos han encontrado las autoridades?
En agosto de 2018, fue capturado un hombre de 43 años, quien durante cuatro años filmó a las clientas de su hotel. Utilizaba cámaras camufladas en los altavoces de los televisores. Las autoridades encontraron más de 20 mil grabaciones.
Por otra parte, en junio fue arrestado un hombre de 34 años, que se dedicaba a grabar mujeres en el baño y vendía cada una de las grabaciones en un valor aproximado a los 90 dólares.