Por Oscar Rico. 3er semestre
Llegaron como turistas y terminaron enamorándose de este pequeño municipio ubicado en la provincia de Ricaurte en el departamento de Boyacá, reconocido por ser uno de los municipios que más atrae a ciudadanos de distintas partes del mundo.
Villa de Leyva es uno de los municipios más visitados de Colombia, por la ciencia, el arte y la cultura, que además de tener espacios para el encuentro con la naturaleza, representa una gran mezcla cultural, puesto que en sus calles no es extraño encontrarse con campesinos nativos, con colombianos provenientes de las grandes ciudades y con extranjeros.
Lily James nació en Vancouver, Canadá. Siendo estudiante de Biología de la Universidad de Columbia Británica (UBC) ubicada en Vancouver, se le presentó la oportunidad de ir a uno de los países latinoamericanos con los que la universidad tuviera convenio. Decidió apuntarse al programa dado que buscaba una experiencia diferente y quería conocer mucho más de los países latinoamericanos.
Luego de unos meses de pruebas y exámenes le informaron que era una de las participantes seleccionadas, pero que debía elegir el país de Latinoamérica y la universidad correspondiente. Escogió la Universidad Javeriana de Bogotá. Poco a poco empezó a enamorarse del país, tanto que viajó a muchos pueblos y ciudades con la intención de descubrir más del país. Finalmente llegó a Villa de Leyva.
Una de las cosas que más le llamó la atención del pueblo fue la estructura tradicional que se mantiene, en comparación con Vancouver en donde todo es completamente moderno y globalizado. Del mismo modo le gustó que en Villa de Leyva las personas son de gran carisma y amabilidad, lo más enriquecedor de la cultura colombiana, según su criterio.
“Como extranjera contribuyo a la multiculturalidad de los colombianos. Al estar en un pueblo tradicional lleno de cultura, puedo, junto a más extranjeros, brindarles las tradiciones y costumbres de mi cultura, para contribuir a la riqueza cultural de este país”.
Para Laura Castiblanco, habitante de Villa de Leyva, las razones del aumento de población extranjera en el municipio, tienen que ver con que quienes deciden quedarse lo hacen porque encuentran de todo un poco: “Es un sitio con un encanto colonial increíble por la belleza de su arquitectura, su buen clima, sus calles empedradas, y su gastronomía es exquisita, tanto que es posible encontrar restaurantes franceses, españoles, árabes, peruanos y de otras culturas tradicionales”.
Abel Madero Acuña, habitante del municipio, afirma que la llegada de extranjeros se dio por motivos culturales y de trabajo. En la época de los 60 nacieron Acerías Paz del Río y Cementos Boyacá, industrias que posibilitaron la llegada de extranjeros de distintas partes del mundo en busca de empleo, empresas que a su vez requerían especialistas en distintas áreas. Así mismo, en los pueblos aledaños había empresas multinacionales que contaban con ciudadanos extranjeros en sus nóminas.
En el ámbito cultural muchos ciudadanos extranjeros empezaron a llegar a mediados de la década de los setenta, atraídos por el Festival de Viento y Cometas, evento que poco a poco se convirtió en una de las tradiciones más importantes de la historia del municipio. A partir de entonces cientos de extranjeros que llegaron a participar del festival decidieron quedarse definitivamente.