Los diferentes gobiernos del país llevan muchos años intentando construir un proceso de negociación de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), pero esos procesos de negociación, nunca han triunfado.
El gobierno del presidente Petro se planteó un nuevo intento de negociación con el ELN y estableció una agenda de trabajo con unos puntos de negociación, “El acuerdo que el país conoció en los días pasados es un acuerdo sobre participación y la manera como la ciudadanía va a estar involucrada y va a participar en ese proceso de negociación”, asegura Joaquín Garzón, profesor del departamento de Filosofía de la Universidad Javeriana”.
La diferencia del pasado Acuerdo de Paz con Las Farc, respecto al acuerdo del ELN es que esta “es una guerrilla diferente, pero también es muy innovador que la ciudadanía tenga un lugar de participación en la negociación, porque normalmente estas negociaciones, se hacen entre el gobierno y la guerrilla”, sostuvo el profesor.
Por otro lado, con la situación que se está presentando a nivel de orden público en Colombia, el profesor explicó que “históricamente eso ha sido el obstáculo de los procesos de negociación con el ELN, cuando las cosas van avanzar, hay un incremento en los niveles de secuestro y un incremento en los niveles de alteración de orden público”.
Para Garzón, todos los procesos de paz debe tener altos índices de legitimidad de la ciudadanía y de las fuerzas políticas, porque la única garantía de que se cumplan los acuerdos en el largo plazo es que estén protegidos por grandes índices de legitimidad. “No podemos avanzar en estos esfuerzos de negociaciones y que después de firmado los acuerdos no se cumplan”.
El profesor recalcó la importancia de que el Estado y la ciudadanía vigilen si el acuerdo que quedó en papel, se va a materializar en la práctica y en los territorios al menos con un desescalamiento progresivo de las hostilidades y de la violencia que esta guerrilla ha ejercido en Colombia.
“Lo que no puede pasar es que ni el gobierno actual, ni los gobiernos que lleguen, piensen que están comenzando a inventarse cómo se negocia la paz en Colombia; aquí hay mucha experiencia. Cualquier persona que dirija, la política de paz tiene que consultar la historia colombiana reciente además de cómo se hacen las negociaciones para aprender de lo bueno y de lo malo de esas negociaciones y por supuesto intentar hacerlo mejor cada vez”, finalizó.
