Por: Daniel Rojas Chía
Por fin llega la esperada secuela que cierra la cuarta fase del UCM, luego de los inconvenientes a causa del fallecimiento del actor estadounidense Chadwick Boseman, quien le dio vida a Pantera Negra, cuya segunda parte fue estrenada en el mundo con retos importantes a cuestas y una de las mayores expectativas del año en las salas de cine.
Esta secuela dirigida por el director estadounidense Ryan Coogle, que dirigió también la primera entrega, muestra una Wakanda de luto a causa de la muerte de su líder, y como era de esperarse, el fallecimiento de Pantera Negra marca el arranque de la cinta.
De inmediato la historia se enfoca en el sentido homenaje a Chadwick Boseman, aunque no se queda allí, ni tampoco la narrativa de la película que se centra en Angela Bassett (Ramonda), un personaje imponente, que de inmediato se lleva la atención de la audiencia, gracias a su personalidad sólida y completamente consecuente con la historia, aunque es una lástima que este personaje no tuviera una mayor construcción.
En uno de los arcos narrativos aparece Shuri, (Letitia Wright), un personaje que es clave para la continuación de la historia, que debería tomar la fuerza de su hermano, que, en mi opinión se acomodó de manera firme al personaje para la siguiente entrega.
Uno de los mayores aciertos de la cinta fue la aparición de Namor (Tenoch Huerta), personaje que le imprime una categoría diferente a todos los antagonistas que han mostrado las películas de Marvel en 2022. Este a su vez, presenta un mundo acuático subterráneo, digno de ver en pantalla grande, pero que irónicamente remite al próximo estreno de James Cameron que cuenta también con personajes azules rodeados de agua.
Personajes como Okoye (Danai Gurira) continúan con la misma importancia narrativa que en la primera entrega, solo que en esta ocasión le suma algo de drama y conflicto a su papel que no presenta mayores sobresaltos.
Pero a la hora de introducir personajes nuevos, Marvel continúa cometiendo el mismo error de todas sus películas. Los nuevos personajes ingresan sin ritmo y en la mayoría de veces son poco importantes, tanto que, si aparecieran al principio y luego al final, no pasaría nada. Es el caso de Riri Williams (Dominique Thorne), personaje que en ningún momento encaja de manera agradable en la narrativa y solo es una introducción para otros proyectos del Universo de Marvel.
En cuanto a las secuencias de acción Wakanda por Siempre no decepciona en general, gracias al nuevo mundo de Talocan, liderado por Namor y toda una representación racial desde lo afro hasta lo latinoamericano, razón por la cual la cinta ofrece un conjunto de mensajes en contra del colonialismo, reafirma de manera alentadora la figura de la mujer guerrera y capaz de cualquier cosa, y enfatiza en la posibilidad de construir ideales nobles y
en pro de una comunidad.
Pienso que con sus dos horas y cuarenta y uno minutos la película es innecesariamente larga, y en varios momentos pierde el ritmo, en especial cuando hacen su aparición los personajes “blancos” que parece que sobraran todo el tiempo. También hay ciertos aspectos de la batalla final que no son del todo convincentes ni ayudan a construir un final épico que consolide un personaje, tanto que por momentos la película en general se siente como una cinta introductoria.
Para continuar sin spoilers que puedan interrumpir la experiencia, Wakanda por Siempre muestra un sentido y necesario homenaje a Chadwick Boseman, el inigualable Black Panter. También resolvió los inconvenientes narrativos de la historia, sin caer en soluciones facilistas como reemplazar al actor.
Vale la pena señalar que se convierte en la película más seria y consciente del universo Marvel, vetando casi por completo el humor y centrándose en la construcción de los personajes y sus conflictos. Una cinta que consigue lo que busca gracias a una digna continuación, y a los dramas que propone que la convierten una película muy emotiva y con mensajes duraderos sobre el poder de las naciones y la compasión, los conflictos personales y las pérdidas de cada persona. Marvel logra una de sus películas más equilibradas de los últimos años que invita a seguir luchando por una tierra fértil y libre para todos y todas.