En una alocución radio-televisada Saad al-Hadidi, ahora exprimer Ministro del Líbano, anunció su renuncia inmediata e irrevocable al cargo, junto a la de todos sus ministros. Esto en respuesta a las multitudinarias protestas que se han desatado en todo el país exigiendo un cambio político en la nación árabe.
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“Estoy yendo al Palacio de Baabda (sede de la Presidencia libanesa) para presentar la dimisión del gobierno al presidente de la República”, anunció al-Hadidi en su última declaración pública como Primer Ministro.
La reacción de la gente en las calles es de júbilo ante lo que se considera una victoria de la ciudadanía frente al accionar del saliente gobierno.
Las manifestaciones se mantuvieron por más de 13 días y se intensificaron luego de que se decretara la suspensión de varios servicios públicos como el agua y la energía eléctrica, así como el cierre de colegios, universidades, bancos y comercios.
A primeras horas del día se registraron varios choques entre manifestantes y ciudadanos de Beirut, la capital, luego de que algunas personas intentaran desmontar varios campamentos de los protestantes, apostados en varias vías de acceso al centro de mando libanés.
En varios puntos de la céntrica ciudad se registraron agresiones de parte y parte, en los que tuvo que intervenir el ejército para controlar a las turbas enardecidas. Un grupo de personas salieron a las calles para expresar su apoyo a Nabih Berri, jefe del Parlamento y opositor, y a la organización terrorista Hezbollah; luego procedieron a agredir a varios ciudadanos, incluyendo periodistas de distintos medios de comunicación de la nación de Oriente Medio, según informaron las agencias Reuters y EFE.