Lo que en tiempos de la Colonia se convirtió en resguardo de algunos pueblos originarios como los Guane, es ahora uno de los principales sitios de conservación de especies animales y vegetales en esta región del país.
El Cañón del Chicamocha, es una muestra de la belleza natural de Colombia, compuesto por paisajes agrestes y desafiantes, lo que lo convierte en uno de los destinos preferidos por los amantes de la naturaleza y los deportes extremos.
El Chicamocha también es una aula abierta para los arqueólogos, pues tienen la posibilidad de observar la evolución del planeta a través de las múltiples capas geológicas que lo conforman. Éste es otro de los argumentos puestos a considerar por los promotores del reconocimiento ante la UNESCO, en París (Francia) como un espacio ambiental patrimonio de la humanidad
Se cree que el El Cañón del Chicamocha, se formó hace 46 millones de años en un antiguo lago, lo cual permitió la formación de cavernas y albergó en su momento a diversas especies marinas de las cuales aún se hallan sus fósiles. Hoy lo recorre una enorme corriente de agua que nace en las estribaciones de la Sierra Nevada del Cocouy, lo que permite en buena parte la diversidad de especies animales y vegetales.
A su paso por Santander, el Chicamocha deja ver un impresionante abismo que se logra apreciar en toda su magnitud. Los dos mil metros de profundidad con los que cuenta el cañon, lo hacen merecedor al segundo puesto entre este tipo de lugares. Se encuentra ubicado a más de 660 metros sobre el nivel del mar y cuenta con temperaturas entre los 25º y 30º. El Chicamocha, es más profundo que el Cañón del Colorado, en Estados Unidos, además es casa de animales como iguanas, armadillos, tinajos y tigrillos.
Desde la Universidad Autónoma de Bucaramanga y la Gobernación de Santander, se busca la implementación de políticas que logren demostrar ante la UNESCO, que el Chicamocha, si merece ser considerado con una de las mayores distinciones que emite esa entidad: ser reconocido como Patrimonio de la Humanidad.